Democratizar y federalizar la comunicación

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El pasado lunes 10 de agosto, la Cooperativa Fábrica de Ideas Limitada (CFDIL) de Alta Gracia que produce Radio Tortuga 92.9 y Diariotortuga.com participó junto a comunicadores cooperativistas, mutualistas y funcionarios estatales, de la sexta jornada de «Webinars» organizada por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES). En representación de la CFDIL participó Diego Heredia, periodista y referente cooperativista provincial, ex candidato a intendente de la ciudad de Alta Gracia.

*Por Diego Heredia | Militante cooperativista | Integrante de Coop. Fábrica de Ideas

El lunes 10 de agosto, en representación de la Cooperativa Fábrica de Ideas Limitada de Alta Gracia que produce Radio Tortuga y Diariotortuga.com participé junto a comunicadores cooperativistas y mutualistas y funcionarios estatales, de la sexta jornada de Webinars organizada por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES).

Siempre que retomamos los debates sobre la articulación en red y la gestión asociada en la producción audiovisual comunitaria y cooperativa para desarrollar contenidos de calidad con una mirada que contemple la diversidad y pluralidad de voces, es inevitable hacer mención al sistema de producción de información nacional.

Actualmente estamos ante un esquema nacional unitario y verticalista de producción de contenidos, que se refleja en la forma de transmitir información de los medios de comunicación. Uno de los ejemplos es la confusión vecinal generada a la hora de la implementación de los protocolos frente al COVID – 19, fundamentalmente debido a que el sistema de información se centra en lo que ocurre en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y en menor caso en Córdoba capital.

Esta centralidad además sigue promoviendo esquemas comunicacionales basados en la mercantilización de los contenidos, basada en la conocida disputa del rating. De esta manera Alta Gracia por nombrar una localidad, sólo es noticia por algún hecho policial escabroso o por alguna carrera del TC 2000. A muchos, esa visión sesgada no nos representa.

Es claro que mientras el modelo de hiperconcentración demográfica, económica, social, cultural y política siga vigente e incluso en algunos puntos se profundice, a los medios de los distintos pueblos, y más aún a los de gestión social, el camino de la sustentabilidad se les tornará más complejo. Pero es cierto también que nos abre algunas oportunidades.

Esa lógica, que se repite en medios de las capitales provinciales, propició que buena parte de la ciudadanía busque mayoritariamente la información en las producciones locales, que con responsabilidad se hicieron cargo de seguir informando pese a la crisis. Por caso, durante la pandemia Radio Tortuga sumó un nuevo programa de 7 a 9 para ocupar mayor parte de la grilla.

Por otro lado hay más conciencia sobre el consumo mediático, con una mirada más crítica, con mayores dudas sobre lo que algunos medios plantean y con una exigencia mayor sobre los contenidos. Esto viene acompañado de una exigencia de parte de las comunidades de mejorar la calidad de nuestra democracia, que exige mayor representatividad social.

Desafíos

La tarea de los medios de gestión social es seguir fortaleciéndose y en esta línea es fundamental profundizar la articulación con otros actores de la comunidad y darle una mayor relevancia a las audiencias en la producción de contenidos, que indudablemente deben ser de calidad.
Esto nos lleva a dos caminos, el primero es el de la capacitación y la articulación con instituciones educativas como las universidades. El segundo tiene que ver con los recursos para generar esos contenidos, y frente a ello debemos proponer un modelo que desconcentre los recursos y los federalice.

Desde un paradigma que promueva la visibilización de las identidades que conviven en nuestras comunidades, uno de los mayores desafíos de los medios de nuestras sociedades es trabajar por una comunicación más democrática.

Esto debe trascender a los frentes políticos y partidarios, porque no se puede permitir que un gobierno borre de un plumazo los avances, como tampoco podemos aprobar que los gobiernos provinciales o municipales vayan a contramano de este objetivo.

Las comunidades exigen desde hace tiempo mejorar la calidad de nuestra democracia. Para ello debemos pluralizar la palabra y los medios de gestión social, que no conciben a la comunicación como una mercancía sino como un derecho, son el canal propicio. Por ello, insistimos en que sin medios comunitarios no hay democracia.

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