A fin de mes vence el contrato del espacio donde actualmente desarrollan sus actividades cerca de 70 niños y niñas. La obra del edificio nuevo aún no está terminada y sigue paralizada, según reclamaron desde la comunidad educativa. La Inspectora de Nivel Inicial, Lucia Flores, deslizó que desde la cartera educativa anunciaron que la obra iba a estar terminada el 31 de octubre. Hoy realizarán el «Festival por nuestro jardín».
A una semana de que venza el contrato con la cabaña donde actualmente los niños y niñas de la comunidad educativa del jardín de Los Aromos asisten a clases, la obra de construcción del edificio propio sigue sin innovar. Desde hace un mes que la obra está paralizada ya que según denunciaron los padres y madres de la institución, el Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba no habría pagado hasta el momento a la empresa constructora.
La semana pasada, las y los miembros de la comunidad educativa realizaron un abrazo solidario al espacio en construcción, al que según lamentan los vecinos, tan sólo le falta la instalación de la luz y el gas. Tras ello, se retomaron algunas tareas de parquización en las afueras del edificio pero según remarcó Daniela, una de las madres de la institución, en este momento «no hay nadie trabajando en el lugar».
Las obras concluirían el 31 de octubre
En diálogo con Radio Tortuga 102.7, Lucía Flores, Inspectora de Nivel Inicial, precisó que según le comunicaron autoridades del Ministerio de Educación provincial, «para el 31 de octubre estaría concluida la obra». Pese a ello, padres y madres del jardín aseguran que no vieron ningún tipo de avances en el edificio.
Festival
Este martes a partir de las 17 horas, la comunidad educativa del jardín de Villa Los Aromos llevará adelante un festival solidario para continuar visibilizando la situación que atraviesan. La jornada tendrá lugar en el espacio donde se encuentra el edificio en construcción, ubicado en Los Eucaliptos entre Avenida Los Aromos y Los Crespones. La preocupación de padres y madres se incrementa a medida que llega fin de mes. «El dueño de la cabaña es un vecino muy comprometido con nosotros que nos brinda el espacio, pero lo cierto es que es su casa y teniendo el jardín a poco terminar es un abuso seguir estando ahí», señaló Daniela.
