Falleció Eugenio Talbot Wright, una voz incómoda y necesaria

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El jueves 7 de abril, la noticia sobre el fallecimiento de Eugenio Talbot Wright generó dolor en el amplio espectro de la militancia por los Derechos Humanos y la igualdad de derechos y oportunidades en materia de género. Varón trans y sobreviviente del terrorismo de Estado, supo habitar la Radio Tortuga en un programa llamado «Los chicos no lloran» y también dispensó entrevistas en las que puso su historia personal al servicio de la memoria colectiva y los debates políticos más incómodos.

“Como mi historia, debe haber muchas que están silenciadas”, introdujo una entrevista con el programa «Tarde para Tirar la Toalla» en abril de 2021. “Soy hijo y sobrino de desaparecidos durante la última dictadura cívico militar eclesiástica», completó.

Como varón trans, fue cobijado en los violentos años ’80 por mujeres trans que supieron sostenerlo cuando cayó preso en innumerables ocasiones en las razzias policiales que avanzaban de la mano de los edictos y los códigos contravencionales: «Tuve que decidir irme de mi casa porque no quería hacerle vivir a mi familia el terror que les implicaba a ellos verme preso, torturado por la policía, con golpes, y revivir lo que se había vivido en la dictadura. Fueron etapas muy complejas, que me hicieron tomar conciencia política como a muchos y muchas de nosotros, y salir a luchar por nuestros derechos”.

Militó en Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y en la agrupación H.I.J.O.S. Desde el mismo campo de la lucha por los Derechos Humanos demandó mayor atención hacia la visibilización de las víctimas homosexuales, lesbianas y trans durante los tiempos del terrorismo de Estado.

Un reclamo urgente

El relato hegemónico de lo que fue el accionar espantoso de la dictadura” invisibiliza “los grandes frentes de lucha que se armaron en los años ’70” desde esta comunidad, quitándoles de esa manera su carácter de “víctimas de ese plan de persecución y exterminio” y también de “actores políticos muy importantes en la historia argentina”, supo expresar en la citada entrevista.

Asimismo, se mostró esperanzado con la postura de organismos y organizaciones de Derechos Humanos, como los de Córdoba, que con las demandas de las comunidades LGBTTTIQA+ de los últimos años, “están apuntando mucho a revisar qué pasó con las mujeres y con las diversidades de identidades que pasaron por esos campos para evidenciar algo que ha sido históricamente ocultado y qué es lo que sucedió con la población LGTB como militantes políticos que fuimos”.

Desde un gesto de profunda humanidad, advirtió en ese momento, casi como hablando en primera persona: “Es un camino que debemos desandar con urgencia porque las compañeras se mueren (…) No tienen trabajo, están en un estado de absoluta precariedad. Tuve la oportunidad de conocer a una sobreviviente de La Perla, que vivía en una casa de chapas, no tenía para comer y ejercía a los 70 años la prostitución como una única forma de conseguir algunos pesos para comer”.

Su propia sustentabilidad económica estuvo marcada por la regla que marca la precariedad vital de las personas trans en el país.

Eugenio y Alta Gracia

Eugenio Talbot Wright reconoció siempre la figura de la altagraciense Emilia «Emi» Villares de D’Ambra, referente de los Derechos Humanos, madre de desaparecidos, y presidenta de Familiares, fallecida en 2017. Con ella, sentía, lo unía un lazo de profundo amor. Incluso Talbot Wright estuvo presente en la ronda que en su homenaje se realizó en marzo de 2016 en la Plaza Solares.

En Alta Gracia también vivía su mamá, por lo que regularmente visitaba la ciudad.

En la Radio Tortuga, Talbot Wright supo compartir junto a Horacio D’Ambra el programa «Los chicos no lloran«, en el que se abordaron temáticas de género y diversidad, particularmente de masculinidades. Y también se lo pudo escuchar en el marco del programa «La lucha que nos parió» de la agrupación H.I.J.O.S. Córdoba, que esta emisora retransmitió varios años.

Intenso, disruptivo, inconformista, frontal en sus críticas y didáctico en sus fundamentaciones, el paso de Eugenio Talbot Wright por los espacios que habitó, ayudó a profundizar debates tan imprescindibles como dolorosos; incomodando en algunos de los lugares donde la lucha por los Derechos Humanos aún tiene deudas por saldar; o por lo menos, debates por profundizar.

De allí el dolor que generó su prematura partida.

Desde la Cooperativa de Trabajo Fábrica de Ideas y la familia «Tortuga» nos sumamos a conmemorar su vida, su lucha y su memoria.

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