#LeyDelLibroYa: hacia el Instituto Nacional del Libro Argentino

0

Por Germán Masgoret. Esta semana traigo algo de actualidad en relación a la cultura. Y es el caso de la no tan mediatizada ley para crear el Instituto Nacional del Libro Argentino – (INLA). Si bien estamos pasando por una etapa muy particular a causa de la pandemia de público conocimiento, hablar de una institución dedicada al libro no parece algo prioritario.

Si lo vemos desde otras ópticas posibles y sustentables, lo cierto es que la creación de una institución ligada a un material de cultura tan central para el campo artístico y científico, es relevante como un elemento que acuse las perspectivas de la recuperación económica que se intenta llevar a cabo; y una vez reabiertas las actividades en el país, una institución de este calibre, ayudaría a impulsar a nivel federal políticas orientadas a la industria del libro. Es interesante la visión que dejó en un reconocido medio, Alejandro Dujovne, doctor en Ciencias Sociales e investigador del Conicet, especialista en historia y sociología del libro: «Es importante aclarar esto: el instituto no es una política pública, es un ente que va a generar políticas públicas». Así que vemos que esta inversión en los factores, sin dudas da cuenta del camino e inmenso potencial que abriría una institución para el libro argentino.

Si bien, hacer un análisis filosófico, sociológico o antropológico sobre el objeto libro (físico o digital) no es lo que se pretende en esta columna, sí me parece acertado destacar aquella búsqueda de una sociedad que va deconstruyendo aspectos relegados en el tiempo. Y es el caso concreto de la campaña que retoma fuerzas a mediados del 2020, bajo el hashtag #LeydelLibroYa, para darle fuerza a la propuesta de ley que se había presentado el año anterior.

Entonces, la #LeydelLibroYa es una campaña promovida por escritores argentinos que impulsa un proyecto de ley para la creación del Instituto Nacional del Libro (INLA). “La Unión de Escritoras y Escritores de Argentina apoya la creación de una ley para fomentar y promover la actividad editorial de la nación, con una campaña virtual junto a la etiqueta #LeyDelLibroYa. Además, el grupo procura que el proyecto conserve estado parlamentario luego de la recomposición del Congreso y tras el impacto de la pandemia del nuevo coronavirus en el país” (TelesurTV.net).

Si las circunstancias lograran normalizarse y reabriera el Congreso, se supone que se contaría con que todos los bloques aceptaran la propuesta para impulsar una ley que podría salir este año.

De todas formas, es muy apurado poder pronosticar algo semejante dada la coyuntura que atravesamos.

La propuesta fue iniciada por Daniel Filmus cuando estaba frente a la comisión de Cultura, allá por abril de 2019. Se busca la aprobación de una ley para la creación de un Instituto Nacional del Libro Argentino, para que escritores y editores puedan llegar a nuevos públicos a partir de la intervención del Estado. La creación de una nueva institución para el libro se basará fundamentalmente en el principio de federalismo y buscará que sus agentes (escritores y otros artistas como ilustradores en medio gráfico) sean reconocidos como trabajadores de la cultura.

Gisela Scaglia, quien hoy está frente a esta misma comisión, declara que “si hay voluntad del Ejecutivo de financiarlo, la Ley va a salir, porque no hay objeciones de los diputados para que una ley así salga. Es necesario: si existe un instituto para el cine, como es el lNCAA, tiene que existir en el libro. Además, el proyecto tiene amplio consenso. Lo que hace falta es una mesa de trabajo entre el Congreso, el Poder Ejecutivo y la Unión de Escritoras y Escritores para reformular los puntos que se quieran reformular y que se garantice el financiamiento. Porque de nada sirve un Instituto del Libro sin financiamiento” (Infobae).

El INLA fundamenta, entre otras ideas, que “el valor del libro y de la lectura, al igual que el de otros bienes y prácticas culturales, no puede quedar exclusivamente a merced del mercado. En concordancia con los actores que conforman el sector del libro, el Estado debe definir políticas activas para jerarquizar la valoración social del libro, estimular la creación intelectual y literaria y promover la lectura en el conjunto de la sociedad, lo cual resulta imprescindible para la constitución de una esfera pública informada y democrática” (Del: proyecto de Ley – Instituto Nacional del Libro Argentino, 2019).

Sin dudas que todo esto reabre la discusión. Se repiensan las prácticas culturales en torno al acceso de elementos indispensables para las expresiones artísticas y científicas y, por otro lado, se pone de manifiesto la importancia de la revalorización de los agentes sociales clave para este sector.

Discutir las dimensiones acerca del objeto libro es fundamental para entenderlo en primera instancia como soporte material del conocimiento y de la expresión humana. Es transmisión de cultura. Es herramienta de lucha y resistencia. Es una herramienta esencial para el proceso de aprendizaje y una inagotable fuente de saberes. Un instrumento capaz de abrir las cabezas, para visibilizar al otro, y entender que el otro es distinto a mí, y que, como tal, existe, que preexisten y coexisten cosmovisiones diferentes para entender al mundo. El libro, como una herramienta para generar empatía y reducir la brecha cultural. Desde ahí arrancamos, desde un simple objeto llamado libro. Y de ahí su importancia.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí