La precandidata a presidenta de Juntos por el Cambio Patricia Bullrich fue la figura central de la reinauguración del local del Pro Departamento Santa María que se llevó adelante en la tarde del martes 31 de enero en España 68. Con el acompañamiento de la militancia de la región, dirigentes de todas las fuerzas de la coalición y funcionarios nacionales, Bullrich desplegó un discurso de más de media hora con un repaso de sus principales propuestas.

Bullrich arribó acompañada las senadoras nacionales Carmen Álvarez y Laura Rodríguez Machado; las diputadas nacionales Adriana ruarte y Gabriela Brouwer; el ex ministro Oscar Aguad; el intendente de Jesús María, Luis Puicat; y el bailarín Maximiliano Guerra; y también funcionarios, dirigentes y militantes de Juntos por el Cambio de la región.

En todo momento, referenció al jefe comunal de La Paisanita y titular del Pro en el Departamento Santa María, Ignacio Sala, como quien la lleva por la provincia a recorrer los diversos pueblos.

En una conferencia de prensa posterior a su alocución, Bullrich señaló sobre su precandidatura: «Argentina necesita que tengamos una fuerte convicción. Nuestra fuerza, nuestra capacidad, inteligencia y valores hay que ponerlos al servicio de un cambio que redunde en que los argentinos tengan futuro en su Córdoba y su país. Los argentinos quieren un país con orden, sin inflación, con seguridad y donde la educación no sea el último orejón del tarro. Hay que animarse y correr todos los obstáculos».

PORTAL TORTUGA (PT): Dentro de la interna de Juntos por el Cambio, en la que hay varios nombres que se proyectan, ¿qué características tiene para convertirse en la mejor candidata de su espacio?

PATRICIA BULLRICH (PB): Yo le ofrezco a la ciudadanía animarme y no tener miedo; tengo coraje y valentía, firmeza y un plan de gobierno que de principio a fin significa pensar en un país productivo, con paz y educación.

Tras algunos días en los que se especulaba desde su sector con incorporar a Javier Milei y su fuerza «libertaria» dentro de la interna de Juntos por el Cambio de la provincia de Buenos Aires y de las expresiones descalificantes que éste le propinó a la principal alianza opositora, Bullrich manifestó: «Ya basta. No insistamos con alguien que quiere hacer su propio camino».

Finalmente, al estar escoltada en este acto por el diputado nacional Rodrigo De Loredo, uno de los precandidatos a gobernador de Juntos por el Cambio en Córdoba, se le consultó si evidenciaba esto un posicionamiento frente al otro postulante, Luis Juez. «Sería una falta de respeto que yo venga a aquí a decir quién es el candidato», contestó inicialmente.

Y completó: «Todos los cordobeses deben poner una norma, ponerse de acuerdo por una encuesta o una interna abierta para decidir quién va a ser el candidato. Yo en la anterior elección apoyé la lista en la que estaban Rodrigo y Luis, ¿por qué me voy a pelear con uno en favor del otro? Quiero que seamos inteligentes para ganar Córdoba, que merece ser gobernada por Juntos por el Cambio».

El discurso

«Córdoba es la capital del cambio, la capital de Juntos por el Cambio. Es la provincia con más conciencia de todo el país, que ha defendido nuestro proyecto en las buenas y en las malas y que ha entendido primero lo que el país necesita», inició Bullrich su discurso, que fue acompañado con vitoreos por los presentes.

Su discurso versó en torno de la idea de una gestión de gobierno con el imperio del orden de la ley por sobre el de la extorsión.

Habló de poner orden en la economía, para «no normalizar vivir con el cien por ciento de inflación» y cuestionó el porcentaje de empleados públicos actual. Anticipando que en caso de llegar a presidenta, habrá que «ser muy fuertes con los cambios económicos», dijo pretender «un Banco Central independiente que deje de emitir moneda como si fuera papel muerto».

En materia educativa, cuestionó los reclamos gremiales por mejoras para el personal docente y habló de «tomar a la educación como una causa nacional» con «una invasión de madres y padres, de ciudadanos que nos involucremos en ese lugar y hagamos de la educación el gran movimiento estratégico».

También calificó a los programas sociales como «la peor política social de la Argentina», que habría «roto los lazos de la cultura del trabajo y el valor del mérito».

Y al referirse a diversas problemáticas de seguridad, puntualmente tomando el ejemplo del narcotráfico en Rosario, mencionó la posibilidad de sancionar una «ley de defensa y seguridad nacional» que permita el uso interno de las Fuerzas Armadas. En ese sentido, aludió de manera tácita al rol de éstas en la última dictadura: «Nuestras fuerzas armadas ya pagaron y no las podemos tener en el rincón toda la vida. Es hora de mirar hacia adelante».

 

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