Radiografía del monte nativo en Córdoba: El impacto del contexto en las comunidades locales

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Fernando Gallará es licenciado en Química y trabaja en la conservación de semillas de plantas nativas para su futuro uso en proyectos de restauración o reintroducción de flora. Por cuatro programas hablará sobre la situación del bosque nativo en Córdoba, su funcionalidad y las características en el programa “Formación Tortuga”.

En su primera columna, Gallará hizo una radiografía de los ecosistemas boscosos de la Provincia. Planteó que la importancia de los bosques nativos en general, más allá de la importancia de los altos valores de biodiversidad que presentan, es su relación con las comunidades locales y cómo benefician directa o indirectamente a las mismas.

“Muchas comunidades tienen una economía de subsistencia de lo que da el bosque, y el resto de la sociedad también se beneficia con la provisión de agua para consumo humano, la filtración de aire, la provisión de medicina, fibra, distintos recursos madereros y no madereros, la producción de miel, entre otros”, introdujo el profesional.

“Particularmente en Córdoba, encontramos principalmente dos ecosistemas boscosos, que son el Chaco y el Espinal”, explicó, al tiempo que indicó que “la importancia en nuestra Provincia radica principalmente en la provisión de agua para consumo humano, y en la provisión de recursos madereros, con especies forestales muy importantes”.

“En la actualidad, del Espinal que son los bosques de llanura que ocupan gran parte del centro y sureste de la Provincia de Córdoba, queda sólo un fragmento pequeño inmerso en una matriz completamente agrícola que no supera el tres por ciento de la extensión original que era el espinal y son bosques conformados principalmente por el algarrobo y son los que más han sufrido en la última década y en el último siglo las consecuencias del avance agropecuario”, graficó el columnista. “Es un ecosistema prácticamente en extinción”, sentenció.

“Los bosques de montaña también sufrieron importante retroceso, y más del 96 por ciento fueron convertidos a otro uso de suelo, que no quiere decir que se transformaron en campos o asentamientos urbanos, sino que aparecieron comunidades de reemplazo que son más arbustales que se encuentran dominados por el espinillo, los churquis o el aromito”, añadió, aunque aclaró que, si bien son especies importantes, en esos lugares deberían verse bosques de molles, talas y quebrachos, “los bosques proporcionan la mayor cantidad de beneficios a las comunidades y contribuyen de una manera más significativa al desarrollo y subsistencia de las comunidades locales”.

Además, sobre los riesgos que sufren las nativas en la zona serrana, además del avance del agro negocio, Gallará mencionó el avance de emprendimientos inmobiliarios, los incendios intencionales, y la introducción de especies exóticas invasivas y de animales como el jabalí europeo y las ardillas de vientre rojo.

Por último, el Licenciado en Química reflexionó: “Hoy el sistema de Áreas protegidas cubre un porcentaje muy pequeño de las áreas naturales remanentes en la Provincia de Córdoba y de bosque nativo también, y por suerte empiezan a haber algunas acciones de recuperación de áreas degradadas, en las sierras, pero también en la llanura en el Espinal con proyectos de restauración ecológica, que buscan devolver funcionalidad a esos ambientes reintroduciendo especies de flora y de fauna”.

ESCUCHÁ LA COLUMNA COMPLETA ACÁ:

Lic. Galará en Radio Tortuga

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