Star Wars Episodio IX – El Ascenso de Skywalker( Tengo un mal presentimiento acerca de esto )

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Por Agus Moreno- Está vez Star Wars nos trae la pelea final entre el bien y el mal: Los fans tóxicos vs. la libertad creativa. ¿Quien ganará?. TODOS PIERDEN.

Llegó el final de la última trilogía de Star Wars y, junto a ella, el cierre de 9 películas a través de más de 40 años de historia cinematográfica. ¿El resultado? Mediocre; una trilogía tardía que no vino a aportar nada interesante a su imaginario, y las pocas veces que lo intentó fracasó estrepitosamente.

Vamos a arrancar esta opinión de forma polémica; si en algo ayudó esta última trilogía es en «desencantar» a la franquicia, es decir, es tan tan tan mala que ya no hay muchas ganas de más Star Wars, algo que se pensaba imposible. Hoy hay más películas de Star Wars malas que buenas.

FAN FICTION Y FAN SERVICE:

Bien, acá es necesario ponerse un poquito técnicos y presentar dos conceptos, el primero es «Fan Fiction»: una historia no canónica creada por algún fanático que amplía o reversiona una obra ficcional. Generalmente esta práctica es fuerte en las obras de ciencia ficción, donde se planteaban universos ricos en detalles y personajes. Entonces los fanáticos más fieles sentían la necesidad de ampliar esas experiencias; acá se fantaseaba con uniones improbables entre personajes y situaciones que nunca se podrían dar en una historia oficial, por cuestiones políticas o creativas.
Obviamente el Fan Fiction florece más en obras donde el grado de fidelización de la audiencia es más fuerte hacia el producto, como en  Star Trek o Star Wars, el caso que leemos acá.

De este primer término se decanta el segundo: el «Fan Service», o cuando el creador hace forzadamente lo que los fans desean y reclaman sólo para contentar a la audiencia.

DE FANÁTICOS PARA FANÁTICOS:

¿Por qué un fanático puede estar decepcionado por una obra que básicamente le está cumpliendo sus deseos? Porque a veces los fanáticos no saben lo que quieren.

Mil veces fantaseamos con historias sobre las cosas que nos gustan, especialmente las que nos marcaron fuertemente en el pasado y hoy florecen gracias a la nostalgia, pero son sólo eso: teorías y fantasías que montamos para completar algún vacío argumental o simplemente ampliar un poco más eso que tanto nos gusta.

El problema de este último episodio de Star Wars es la entrega absoluta a las exigencias de su base de fanáticos. En la anterior película (Episodio VIII – Los Últimos Jedi) el director Rían Johnson intentó romper algunos esquemas; principalmente «democratizar» la fuerza en Star Wars, alejando el uso de ésta de aquellas dinastías familiares que tanto nos habían querido imponer antes; también se intentó hacer una revisión sobre los personajes históricos de la saga y su envestidura heroica.

Está «deconstrucción» de la fuerza no gustó a los fans más radicalizados de la franquicia, quienes saltaron furiosos a las redes a desparramar odio y amenazas hacia el episodio VIII y sus creadores.

Los directivos de Disney, atemorizados por la repercusión, hicieron cambios de último momento: Poner en la dirección del Episodio IX a J.J. Abrahms, quien había dirigido también el Episodio VII, una película ultra conservadora y tradicional casi igual en todos los aspectos al clásico Episodio IV de 1977.

J.J Abrahms es un conocido «Fan» de Star Wars, ¿quién mejor que él para cerrar la saga, reencausarla y contentar a todos los fanáticos enojados?

CERRANDO UNA ETAPA:

Esta última trilogía logró algo imposible: hizo que la saga de precuelas Episodios I , II y III sean revindicadas. En su día prendieron fuego a George Lucas por estas películas, que eran acusadas de aburridas, sin alma y corazón. Pero es innegable que había un hilo conductor más o menos elaborado que ataba los tres episodios, se ve que tan fácil de hacer no era.

«El Ascenso de Skywalker» es un intento desesperado por contentar a los fanáticos; se introducen conceptos y personajes a último momento y se olvidan otros que se habían desarrollado anteriormente sólo por capricho.

La mano de Abrahms construye y destruye a su antojo, como un niño jugando con los muñecos de Luke y Darth Vader en el patio de su casa, improvisando historias espectaculares  en el momento.

En este «Jazz» de fan service nos explotan en la cara algunos de los momentos más fuertes de vergüenza ajena del año, situaciones que sólo tienen sentido en la mente de su creador, quien somete toda su voluntad creativa a satisfacer con placebos visuales a la audiencia que ya para este punto no entiende que está pasando.

Es confuso, porque en esta historia nos tiran golpes bajos y resoluciones ridículas para apelar a la nostalgia del fan que ve cómo su saga favorita se está muriendo, pero paradójicamente es este mismo fanático el que más atención presta a los agujeros argumentales que generan tantos giros artificiales y apresurados.

Entonces te das cuenta de que eso no es lo que querías; había personajes que no aparecían hace 30 años y era mejor que se queden ahí, en la memoria.

CONCLUSIONES:

Es la primera vez que voy a ver Star Wars al cine y la sala no está llena, ya no hay entusiasmo por la saga. A la gente con la que hablo le cuesta seguir el orden de las películas, están confundidos con tantos personajes similares y arquetípicos; buenos muy buenos y malos muy malos. Toda la cuestión pseudo religiosa del elegido y la fuerza ya no la vemos como en el pasado.

No nos alcanza con las representaciones «amorosas» heteronormativas artificiales que tanto nos quieren imponer. Ya no pasamos por alto el hecho de colocar personajes femeninos por capricho para orbitar las líneas narrativas de los «Héroes» solamente como interés amoroso. Y así mil cosas que te van chocando en tu mente mientras deberías estar disfrutando de un mundo de aventuras y fantasía, pero no.

Todo esto puede sonar fatalista para referirse a unas películas, pero así somos los fanáticos, a veces extremos, a veces tóxicos.

Promesa para el 2020: dejar morir a Star Wars (más fácil que empezar el gimnasio).

Título original: Star Wars Episode IX The rise of Skywalker. Año: 2019. Director: J.J Abrahms. Reparto: Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega, Oscar Isaac. Duración: 2h 22m

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