La productora se convirtió en la primera organización audiovisual de la provincia de Córdoba en acceder a los estándares de calidad de relevancia internacional.
La productora audiovisual Tres Mares, asentada en la localidad de La Bolsa, obtuvo la certificación ISO 9001:2015, convirtiéndose en la primera en su tipo de la provincia de Córdoba en acceder al Sistema de Gestión de Calidad internacional. En diálogo con Radio Tortuga 92.9, Eugenia Ferrer, socia gerente de la organización, precisó la trascendencia del acontecimiento y lo que ello implica para el futuro de la empresa.
¿Porqué decidieron implementar la Norma ISO 9001 en la productora?
El año pasado el Ministerio de Industria, Comercio y Minería de Córdoba, convocó al programa Mi Primera Certificación y se enfocó fuertemente en las pymes audiovisuales. Nosotros tomamos la decisión ya que para la exportación de los productos es muy importante contar con esta certificación. No es lo mismo cuando uno vende un servicio o un producto al exterior del país teniendo el sello de una norma a no tenerlo. Te agrega un valor diferencial que es de gran importancia.
Por otro lado, implica asegurarse de que los procesos de gestión de una pyme audiovisual están a la altura de cualquier otra pyme. También sabemos que con la Ley de Economía de Conocimiento va a ser muy importante contar con la certificación para poder acceder a sus beneficios. Por eso decidimos aceptar este desafío que representó mucho esfuerzo durante ocho meses y significó mucho sacrificio.
Si bien es una norma que está pensada para otro tipo de industria, tuvimos que adaptar todo ese proceso al que nosotros llevamos adelante y tener evidencia de todas esas gestiones representó un trabajo de objetivación y de pensar cómo lo implementamos. Decidimos aprovechar que estábamos en pandemia y que sabíamos que no íbamos a poder hacer grandes rodajes porque la actividad estaba suspendida. De las tres productoras que nos inscribimos en Córdoba, fuimos la primera que pudimos certificar.
¿Cuáles fueron esos procesos de adaptación que mencionás?
Uno de los puntos de la Certificación habla de la trazabilidad del producto, por ejemplo. En un proceso productivo de una industria tradicional es mucho más objetivo. Cuando hablas de la trazabilidad de un contenido audiovisual nos tenemos que referir a que es una idea, que la transformamos en un guion y después ese guion se convierte en un plan de rodaje, el cual se filma y después pasa a un proceso de posproducción.
Estamos hablando de un proceso creativo e intangible y tuvimos que dar cuenta de que eso es un proceso apto, correcto y que llega a un fin sin tener errores o desvíos en el proceso. El trabajo más que nada estuvo en adaptar la terminología de la Certificación a lo que nosotros hacemos. Todo ese cruce nos llevó mucho tiempo.
En materia de trabajo es mucho lo que genera una producción, ¿cómo se forma el equipo, cuánta gente se suma a las producciones y de qué especialidades?
En una película, una serie, un corto, entre servicios, proveedores, dar de alta a los actores, técnicos, contratar catering, movilidad, seguros, alquiler de cámaras, hay un gran movimiento. Es un proceso que en muy poco tiempo mueve mucho dinero y contrata a mucha gente. Una película puede llevar 80 personas como mínimo y eso se suma la contratación de catering, maquillaje, vestuario, modistas, entre otras cosas.
En ese sentido, entendemos que si bien no pertenecemos a la industria tradicional, tenemos estos procesos que implican un movimiento industrial y de dinero que es importante.
¿Cómo surgió la idea de armar la productora?
A partir de venir trabajando en conjunto varias series de docuficción histórica para Canal Encuentro como El Chacho Peñaloza y Güemes, decidimos formar una pequeña pyme a fin de poder acceder a algunas cosas para las que tenés que tener cierto grado de formalidad. Nos gustaba esta idea de producir en otros lugares y ese fue un poco desde el principio la marca nuestra. Hicimos muchas producciones en otras provincias además de Córdoba, como La Rioja, Salta, Entre Ríos, Tucumán.
Desde el comienzo nos parecía importante destacar que se puede producir federalmente sin tener una oficina estable en Buenos Aires o en alguna capital. Así nació Tres Mares, con la inspiración en los lugares por los que estábamos itinerando como Mar Chiquita, Santa Fe, Córdoba o el Río de la Plata, un poco pensando en el movimiento del mar que refleja nuestra actividad.
En 2017 ganamos el “Premio Concurso Federal de Docu-Ficción” del Instituto Nacional de Cine con Artigas, y después empezamos a desarrollar proyectos de largometrajes de ficción y series, pensando en plataformas como Netflix.
Ese es un poco el recorrido como Tres Mares y con respecto a identificarnos como parte de la industria fue todo un proceso en donde tengo que reconocer a compañeros como Diego Heredia y otras personas que nos ayudaron estos últimos años a transitar este camino que es muy complejo para los que venimos del área de la cultura.
Es también un proceso de convencer a las diferentes gestiones gubernamentales de que la industria cultural es parte de la industria. Entonces tuvimos que hacer un camino de escuela para que reconozcan que también hacemos productos que son exportables, vendibles y que uno lo puede ver en las diferentes pantallas y plataformas.
Foto: Télam.
