24 de Marzo: el documento cuestionó el negacionismo y reivindicó a los desaparecidos de Paravachasca

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Marcha 24 de marzo 2019 A 057Marcha 24 de marzo 2019 A 008El texto, elaborado multisectorialmente y leído a cinco voces en la Plaza Mitre, hizo hincapié en Hugo Pavón, cuyo secuestro fue recientemente juzgado, y en Elba Rosa Navarro Iriarte, cuya identidad altagraciense hasta unos días se desconocía en la ciudad. Asimismo, criticó la «miseria planificada» del gobierno de Mauricio Macri, su ataque a las voces disidentes y el desmantelamiento de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.

A continuación, se comparte completo el documento único leído por el Colectivo Paravachasca por la Memoria, al cierre de la marcha del domingo 24 de marzo en Alta Gracia:

«Un nuevo 24 de marzo nos convoca en Alta Gracia y el Valle de Paravachasca, a 43 años del golpe cívico militar eclesiástico que azotó nuestro país. Miles nos movilizamos hoy para reafirmar el compromiso: con el sostenimiento de la memoria militante de nuestras 30 mil compañeras y compañeros detenidos desaparecidos, con la denuncia del terrorismo de Estado, y contra las políticas neoliberales que son el fundamento último de la represión, la violencia y el miedo como estrategias en política de Estado.

El gobierno nacional de la alianza Cambiemos, que es encabezada por Mauricio Macri y está llegando a su fin, ha sostenido desde hace tres años y medio una mirada negacionista del terrorismo de Estado: expulsando expresiones vinculadas a la Memoria, Verdad y Justicia de los espacios oficiales, desfinanciando a los espacios de memoria y reduciendo la discusión a una cifra. Imponiendo un clima de época que lleva incluso al Concejo Deliberante de Jesús María a negarse a aprobar una declaración de interés municipal de las actividades por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

Este presente de hostilidad se enmarca en un contexto internacional en el que en la Unión Europea se transformó en un ghetto, responsabilizando a los inmigrantes por las crisis económicas; Donald Trump avanza con su plan de levantar un muro que separe a Estados Unidos de México, en lo que representa una extrema medida xenófoba; en Brasil, la asunción presidencial de Jair Bolsonaro implica la profundización de un modelo neo conservador en la región, que promueve la misoginia, el racismo y la homofobia; en Venezuela, bajo la máscara de una ayuda humanitaria, se quiere dar rienda suelta a la intervención militar, haciéndose eco de las manifestaciones más reaccionarias de la derecha; y en contraposición a experiencias regionales como la UNASUR, se pretende conformar el PROSUR, encabezado por el Chile de Piñera, la Colombia de Petro, el Brasil de Bolsonaro y la Argentina de Mauricio Macri: todos países que pese a mostrarse como paladines de la democracia, coincidentemente tienen una alta tasa de persecución y muerte de dirigentes sociales.

En nuestro país, precisamente, tenemos que dar cuenta de la muerte de dos militantes de la economía popular en noviembre pasado: Rodolfo Orellana, asesinado por la policía de María Eugenia Vidal en una toma de tierras en La Matanza, provincia de Buenos Aires; y Marcos Soria, fusilado por la Policía de la Provincia en barrio Angelelli III de la ciudad de Córdoba.

Asimismo, este clima represivo, auspiciado por el presidente Macri y la ministra Patricia Bullrich, a través de la “Doctrina Chocobar”, se cobró la vida de Facundo Ferreira de 12 años en Tucumán y de Ismael Ramírez, de 13, en el Chaco.

43 años después del inicio de la última dictadura, no se han tocado ninguno de los resortes fundamentales de la economía para construir una patria más justa y los párrafos de la Carta Abierta a la Junta Militar de Rodolfo Walsh tienen vigencia, cuando este gobierno despliega toda su ingeniería de “miseria planificada” y exacerba la mirada más conservadora del sentido común.

La imposición de un modelo económico que genera exclusión es otra forma de violencia por parte del Estado. El techo bajo de las paritarias en un contexto de inflación creciente, la apertura de importaciones y la desindutrialización, la toma de deuda indiscriminada, los aumentos tarifarios, la quita de medicamentos a jubilados y la quita de pensiones a personas con discapacidad, la flexibilización laboral encubierta y otras medidas antipopulares ponen en evidencia un modelo de crecimiento que deja afuera a las mayorías.

Un modelo de estas características avanza gracias a una connivencia de los medios de comunicación concentrados, que se vale del desprestigio de las cúpulas sindicales para estigmatizar la organización gremial y criminalizar la protesta social. Completa la estrategia mediática a los medios opositores y la persecución a los medios comunitarios y autogestivos.

En lo que a la Justicia respecta, vemos con preocupación cómo el Poder Ejecutivo pasa por encima el republicanismo e impone jueces por decreto y dispone prisiones preventivas de manera arbitraria, en procesos a todas luces, de tinte político.

Este marzo nos encuentra unidos no solamente para conmemorar un nuevo Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia y repudiar las atrocidades cometidas durante la última dictadura cívico, militar y eclesiástica; sino también para encontrar puntos de articulación en un nuevo esquema de lucha ante los avances del neoliberalismo en Argentina y en la región.

El movimiento de mujeres, que se volvió a manifestar recientemente con el multitudinario Paro Internacional del 8 de marzo, con demandas amplias y concretas, y con los pañuelos verdes del aborto legal, seguro y gratuito; señala un camino para incorporar la perspectiva de género en la resistencia, para entender al modelo capitalista también como machista y patriarcal.

A pesar de los esfuerzos del gobierno nacional, este marzo nos encuentra con dos episodios fundamentales en la lucha por Memoria, Verdad y Justicia del Valle de Paravachasca.

El 12 de marzo, el Tribunal Oral Federal número 1 de Córdoba dictó sentencia en la “Causa Montiveros”, disponiendo nueve años de prisión para Miguel Ángel “Gato” Gómez y cuatro años para los ex policías, domiciliados en Alta Gracia, José Antonio Cuello y Roque Cámara, por el secuestro e imposición de tormentos a Hugo Alberto Pavón; quien fuera secuestrado de su domicilio de Avenida del Libertador al 1700 el 30 de abril de 1976.

Asimismo, el 21 de marzo, en el marco de la quinta Ronda de la Memoria que desarrollamos en la Plaza Solares, dimos a conocer la identidad de Elba Rosa Navarro Iriarte, nacida en Alta Gracia el 21 de diciembre de 1944 y desaparecida en la ciudad de Córdoba el 16 de agosto de 1976. Se trata de la quinta desaparecida de nuestro Valle.

Su historia es aún un rompecabezas incompleto: sabemos que se recibió de maestra en el Garzón Agulla y de psicóloga en la Universidad de Córdoba, que trabajaba con personas con discapacidades y que al momento de su secuestro, cursaba un embarazo reciente. Era delegada sindical de UEPC y militaba en la Organización Comunista Poder Obrero, OCPO.

Su caso fue juzgado en la Megacausa La Perla y los responsables de su desaparición fueron condenados. Tenemos la tarea de ubicar a sus familiares y amigos, para visibilizar su vida y militancia. Su rostro, su vida y su historia empiezan a marchar con nosotros.

43 años después, el 24 de marzo nos interpela con el desafío de recuperar los proyectos revolucionarios que atacó el terror: actualizarlos, traerlos al presente, volverlos insumos, reivindicarlos y llevarlos como bandera para la victoria.

El nombre de las organizaciones, Montoneros, PRT – ERP, PC, Vanguardia Comunista, PCR, PST, Resistencia Libertaria, OCPO;
los nombres de nuestros desaparecidos, Carlos y Alicia D’Ambra, Hugo Pavón, Luis Agustín Carnevale; el de nuestros ex presos, Pedro Gaetán, Margarita Zeniquel, Juan Torres, que testimonian en los juicios por crímenes de lesa humanidad; el de Charo y Emi D’Ambra, faros en nuestra lucha… Tienen que habitar nuestras marchas, nuestras reuniones, nuestros reclamos para construir un nuevo paradigma en el que la humanidad no sea lobo de sí misma.

El Nunca Más se hace carne en esta lucha que habitamos y que debemos sostener, revisar y resignificar.

A 43 años del golpe de estado genocida, no olvidamos ni perdonamos

Porque asesinaron y desaparecieron, porque nos negaron la posibilidad de enterrar a nuestros muertos.
Porque saquearon al país, llenándose los bolsillos y enriqueciendo a sus cómplices civiles.
Porque nos quitaron derechos, libertades y garantías.
Porque nos robaron educación y cultura.
Porque nos quemaron los libros y la música.
Porque se robaron a los nietos y les negaron su identidad, su historia y el abrazo de sus abuelas.

A 43 años del golpe de estado:
• Repudiamos la prisión domiciliaria de todos los genocidas a lo largo y a lo ancho del país.
• Pedimos justicia por Jorge Julio López y Silvia Suppo, cuya desaparición y asesinato respectivamente, fueron obra de la reacción de los que quisieran volver a un país con impunidad, sin juicios de lesa humanidad, sin condenas a genocidas y sin políticas públicas de memoria.
• Repudiamos las amenazas que, en estos días, están sufriendo militantes sociales y políticos, y espacios de memoria. Estos hechos, lejos de amedrentarnos, nos motivan a seguir sosteniendo esta lucha por Memoria, Verdad y Justicia.
• Repudiamos todos los casos de gatillo fácil y abuso policial que traen al presente los resabios de la dictadura.
• Exigimos la libertad de todos los presos políticos y demandamos el esclarecimiento de la situación procesal de Milagro Sala.
• Instamos al Estado Municipal a asumir un rol más activo y participativo en la promoción de políticas públicas de memoria y derechos humanos en Alta Gracia.

A 43 años del golpe cívico militar eclesiástico…

Carlos Alberto D’Ambra
PRESENTE

Alicia D’Ambra
PRESENTE

Hugo Pavón
PRESENTE

Elba Rosa Navarro Iriarte
PRESENTE

Luis Agustín Carnevale
PRESENTE

Emilia Villares de D’Ambra
PRESENTE

Santiago D’Ambra
PRESENTE

30 mil compañeros y compañeras desaparecidas
PRESENTE

AHORA Y SIEMPRE»

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