Desde 2020, el centro de atención primaria de la comuna de La Serranita realiza tratamientos con hormonas a personas trans, travestis y no binaries. Un equipo multidisciplinario, con una mirada de atención integral, pone este derecho al alcance de toda la comunidad.
Que No Se Te Escape, el mágazine informativo y cultural de Radio Tortuga, entrevistó a Ana Aguirre, médica que integra dicho equipo. «Soy la vocera de un grupo de personas entrañables que con su juventud y con sus posiciones en el enfoque de derechos, realmente aprendo muchísimo día a día, es realmente interdisciplinario. Por eso tenemos miradas nuevas, innovadoras, que nos fortalecen», expresó.
«En lo que tiene que ver puntualmente con la atención de personas trans, travestis, no binaries, fue una respuesta en el 2020. Hemos hecho un diario de campo donde registramos día a día desde el 12 de marzo de 2020. Estuvimos detenidas dos semanas, con la comunidad encerrada y luego arrancamos sin saber bien que hacer».
«En ese contexto, había muchísima información de los protocolos de los manejos febriles y en una de las informaciones de los cursos que habíamos hecho todas sobre el abordaje de personas trans, comenzó a llegar la información de que si teníamos personas con necesidad de tratamientos, éstos estaban garantizados» agregó.
La médica relató que «las capacitaciones de 2019, en realidad nos sensibilizó sobre una temática sobre la que no estábamos tan embebidas. Conocíamos y transitábamos los espacios de lucha pero nunca la atención integral de las personas. En contexto Covid comenzamos a tomar clases virtuales de hormonizacion y al leer las guías de atención integral nos dimos cuenta de la importancia que todas nos capacitáramos».
«La atención integral de verdad significaba que estuviera nuestra compañera trabajadora social, nuestra psicóloga, nuestra enfermera. Nuestras compañeras administrativas, para respetar el nombre conque la persona quería ser llamada y no el del documento».
Aguirre explicó cómo fue el recorrido para prestar estos tratamientos: «Pedimos las hormonas, luego fuimos a Alta Gracia y tuvimos las primeras reuniones con referentes de este grupo poblacional, en junio de 2020. Fue muy intenso emocionalmente. Nosotras no sabíamos bien qué íbamos a ofrecer pero las personas tenían muy claras cuáles eran sus necesidades, entonces era rascar donde picaba, como dice Galeano».
«Nosotras podíamos conseguir la hormonas y estas personas necesitaban continuar con sus tratamientos. Los tratamientos llegan a través del programa «Maternidad y Paternidad Responsable». Me da vergüenza ajena que se llame así, pero es el programa que garantiza métodos anticonceptivos, hormonas para personas trans, misoprostol. Todo esto que viene de ese programa lo provee el área de maternidad e infancias, del Ministerio de Salud de la provincia, provisto por el Ministerio de Salud de la Nación»,aseguró.
Respecto de cómo está funcionando la provisión de los tratamientos afirmó: «Nosotras pedimos mensualmente los insumos según las personas en tratamiento. Sé que es una realidad que no se puede multiplicar pero aquí no nos falta ningún insumo. Pero no es la realidad de todo el mundo».
Consultada sobre el contexto en que estos tratamientos son llevados adelante expresó: «En las problemáticas asociadas con la atención integral, muchas veces tenemos que abordar situaciones vinculadas con violencia, con intentos de suicidio, con situaciones económicas frágiles. Ninguna de las personas hormonizadas en La Serranita vive aquí. Entonces tenemos que articular con referentes de sus lugares de origen».
«Está todo desbordado, sabemos que la situación sanitaria mundial, porque no es de Argentina solamente, la demanda del área psico-social se equipara a la demanda bio-médica».
Para finalizar afirmó que «son diecisiete personas a las que atendemos, sabemos que es una muestra poco significativa pero para nosotras es una hermosura. No todas elijen el tratamiento de hormonas. Incluso hay algunas personas que dentro de su posicionamiento solo recurren a métodos anticonceptivos y al plantear su posición, se sienten respaldadas por el no enjuiciamiento».