Raquel Martínez, presidenta de la Delegación Quinta del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Córdoba, expresó su preocupación por el atraso en los pagos del Programa de Asistencia Médica Integral (PAMI) hacia las farmacias, una situación que afecta directamente la entrega de medicamentos a los jubilados.
El atraso en cuestión corresponde al pago de la segunda quincena de julio, el cual debía haberse concretado hace dos semanas. “A nosotros nos sorprendió porque veníamos cobrando perfectamente bien, por eso esto nos pone en un estado de alerta», manifestó Martínez, destacando que desde PAMI no han emitido ningún comunicado respecto a este retraso ni sobre recientes cambios en la cobertura de medicamentos.
En cuanto a las gestiones con las autoridades de PAMI en Alta Gracia, Martínez explicó que, si bien siempre que hay un cambio de autoridades es necesario reconstruir la relación, en este caso no se trata de una mala relación o un corte en la comunicación. Sin embargo, las autoridades provinciales no tienen competencia en el tema de los pagos, ya que estos se manejan a nivel nacional. “Están al tanto del atraso, se elevaron notas y se hicieron reclamos, pero no hay respuesta”, aclaró Martínez, subrayando la falta de respuesta por parte de las instancias nacionales.
El retraso en los pagos no solo afecta la economía de las farmacias, sino que también condiciona su capacidad para reponer y entregar medicamentos a los afiliados de PAMI. «La mayoría de farmacias en el país somos PAMI dependientes. Si se atrasan en el pago, significa que no podemos cumplir con la entrega de los medicamentos”, advirtió Martínez, poniendo en evidencia la precariedad que esta situación genera en el sector.
La situación es particularmente crítica para los jubilados, quienes podrían quedarse sin acceso a sus medicamentos esenciales. «A la población se le suma ahora otro problema más, porque ya venían siendo perjudicados en varios sentidos, y ahora se suma no poder percibir sus medicamentos», comentó la presidenta de la Delegación Quinta.
Finalmente resaltó que, de persistir este atraso, se podría llegar a una suspensión en la entrega de medicamentos. “Por supuesto, todos los colegas están preocupados y manifiestan esto, más que nada porque las droguerías tienen que estar postergando vencimientos para que podamos mantener las cuentas abiertas. Ese es el problema», afirmó, dejando en claro el delicado equilibrio en el que se encuentra el sector farmacéutico.
