Por Guillermo Morilla. Las negociaciones dentro de la coalición de Juntos Por el Cambio siguen sin llegar a un acuerdo que conforme a los accionistas de los distintos frentes, principalmente al Pro y el Radicalismo. Las partes no solo distan de un entendimiento por los lugares de las listas, sino que el tono de las conversaciones no es el más amigable.
Hace algunos días en una de las reuniones, el Presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Martín Barrionuevo, acusó abiertamente al Presidente del PRO, Ignacio Sala, y a al Presidente de la Coalición Cívica – ARI (CC-ARI), Mariano Vera, de ser dialoguistas con el sector de los hermanos Torres. La misiva provocó la reacción desmedida de Sala que incluso intentó arremeter contra el radical.
Lo cierto es que por estás horas, si bien bajó la densidad de la espuma, las negociaciones siguen trabadas y enfrascadas en dimes y diretes. “Se tiran con de todo” comentó uno de los integrantes que participa de la mesa.
Objetivamente la traba de la unidad es por los lugares en la lista. El PRO parece insistir en obtener el primer lugar en el tribunal de cuentas y las tercera concejalía, o en cambio, primer y tercer concejal. La UCR por otro lado se niega a perder los lugares prioritarios y ofrece el tercer y cuarto lugar en la lista de concejales.
Alguien tiene que ceder, pero hasta el momento ambas partes tensionan la cuerda. Hacia los costados el CC-ARI estaría atento a la decisión del PRO y actuaría en consecuencia. En cambio el Frente Cívico parece haber vendido barato.
Andrea Mondino comentó a Portal Tortuga hace algunos días que trabajaban por la unidad siempre y cuando obtuvieran el lugar representativo que el espacio merece, sobre todo luego de la elección que realizó su candidato Luis Juez en la provincia.
Sin embargo, a la representante del Frente Cívico le habrían ofrecido en principio el cuarto lugar, el cuál pareció aceptar sin demasiados cuestionamientos. Lo interesante fue que el cuarto lugar no estaba sellado y los radicales lo pusieron al remate; ofrecieron al PRO el cuarto lugar bajando a Mondino al quinto.
La figura espectral de Saieg
Como un fantasma que asedia la figura de Walter Saieg copó el centro de la discusión en la interna del radicalismo. El encargado de detonar la bomba fue el Director de Relaciones Institucionales Agustín “Chiqui” Saieg. A través de una publicación de Facebook, el ex juecista advenedizo al peronismo acusó a Leandro Morer de estar trabajando con el Legislador Walter Saieg.
“Alta Gracia puede ser el único lugar del país donde el Kirchnerismo y Juntos por Cambio sean lo mismo, Walter Saieg (funcionario k del Alberto y Cristina hasta hace 1 año) y Leandro Morer ya arreglaron, tal cual lo hicieron en el 2019”, plasmó el Chiqui en sus redes sociales.
Además vaticinó que Walter Saieg declinará su candidatura a último momento para traccionarle votos a Morer a cambio de cargos y puestos de trabajo. No sorprende el accionar de Agustín Saieg, en el pasado ha tenido críticas similares hacía el radicalismo, en especial hacia la figura de Omar Allende. Sin embargo parece haber accionado un detonador que lejos de favorecer a la ruptura, facilitó un ducto de consenso.
Hacia adentro de la interna de Juntos Por el Cambio, si bien Barrionuevo acusó al PRO y CC-ARI de dialogar con el torrismo, lo cierto es que desde el PRO y el CC-ARI parecen compartir la mirada de que Morer dialoga con Walter.
Lo que podría haber implosionado por sí solo, se remendó gracias a Agustín Saieg quien alineó las filas de JxC. En una entrevista para Radio Tortuga 92.9, Mariano Vera declaró que “el peronismo no va a definir cómo se tienen que armar las listas en Juntos por el Cambio”.
Por otro lado, Walter Saieg ya recorre las calles pregonando las propuestas de campaña de Unión Por Alta Gracia.
Todos a las encuestas
Si bien en principio desde el PRO y el CC-ARI no veían con buenos ojos que el radicalismo no ofreciera un candidato concreto antes del cierre de las alianzas, finalmente decidieron firmar el cheque en blanco. Si se concreta la unidad, será sin un candidato definido.
El radicalismo finalmente avanzó con su encuesta intrapartidaria para tener noción de quién es el representante que más mide y en virtud de ello presentar los resultados de la encuesta en la mesa de correligionarios. Se desconocen por el momento las mediciones de la encuesta, sin embargo algo es preciso: todos quieren sentarse en el sillón de Lepri.