Por Diego Heredia (*). En un informe, el “Consejo Ambiental de la Cuenca del Anisacate” advirtió que el Valle de Paravachasca se encamina a una “crisis hídrica”. A la explosión demográfica y las desigualdades en el acceso al recurso, se suma el proceso de desmonte.
El Consejo Ambiental Cuenca del Anisacate está conformado por organizaciones ambientalistas, autoridades de comunas y vecinos de las diferentes localidades de la cuenca del río Anisacate, luego de la crisis hídrica ocurrida a fines del año 2023.
Preocupadas y preocupados por la bajante histórica y los distintos procesos que se vienen dando en el curso de agua, es que vienen manteniendo reuniones con autoridades municipales y comunales de la región. En esta línea, presentaron un informe de situación y solicitaron una audiencia con el Ministerio de Ambiente y Economía Circular de la Provincia.
En este caso, el informe elaborado por la doctora Alicia Barchuk, advierte que el impacto ambiental que viene sufriendo la región va a generar consecuencias en las condiciones de vida de la ciudadanía en el corto plazo si no se toman medidas rápidas.
Consultada por este medio, Barchuk explicó: “El riesgo principal es que avancen los procesos de desertificación, tanto en cada evento de sequía, como también cuando ocurren grandes lluvias”. La profesional señaló que “la capacidad de almacenamiento de agua de la cuenca se reduce”, lo que “generará continuas crisis hídricas en la población”.
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