Por unanimidad, el Concejo Deliberante aprobó el pasado 18 de marzo la prohibición de venta, almacenamiento, uso y fabricación de pirotecnia en la ciudad.
Roberto Brunengo, concejal autor de la medida, afirmó que esta ordenanza no sólo busca proteger a los animales, sino también a personas con capacidades diferentes, sobre todo los autistas: «son personas que no aparecen en las estadísticas de los hospitales, porque no se lesionan un ojo o una mano, pero sin embargo también padecen mucho el uso de la pirotecnia».
En el Concejo deliberante, tanto Brunengo como el presidente provisorio del Concejo Ivan Poletta hicieron énfasis en buscar un «cambio de cultura en la ciudadanía» con respecto a la pirotecnia. Si bien afirmaron que las principales acciones para llegar a este «cambio cultural» deben ser de concientización, coincidieron en que el ejecutivo necesita herramientas para proteger a los sectores que sufren las las fiestas de fin de año.
La sesión contó con presencia de las fundaciones ADMA y Natura, que no ocultaron su felicidad por la medida: «Estamos creciendo como sociedad, estuvieron a la altura de las circunstancias» manifestó una voluntaria de ADMA a los concejales.