Entre 500 y 600 personas participaron de la marcha del 3 de junio en la ciudad, en contra de los femicidios y en reclamo de la sanción de ordenanzas y leyes de Emergencia que pongan a los Estados al servicio de la lucha contra los crímenes de género. La movilización dio inicio minutos después de las 18 en el Reloj Público y concluyó en el Galpón Cultural Municipal Mario Cornejo una hora después, donde se leyó un documento elaborado por el Colectivo Ni Una Menos Alta Gracia y se puso en marcha un festival con guiso popular y artistas de la región.
A dos años años de la primera marcha bajo la consigna «Ni Una Menos», que puso en la agenda pública nacional la necesidad de visibilizar por todos los medios a los crímenes por razones de género, la sociedad de Alta Gracia respondió multitudinariamente a la convocatoria del Colectivo Ni Una Menos local.
Los mensajes de la marcha
En los encendidos cánticos que acompañó con su ritmo sostenido la «Batucada Feminista» de barrio Parque Virrey, las manifestantes del frente de la marcha, avizoraron que con las mujeres en la calle «el patriarcado se va a caer», reclamaron «Emergencia ya» y al grito de «Alerta», llamaron la atención de la comunidad, anunciando la presencia de «la lucha feminista por América Latina». Además, nombraron al grito de «Presente» a las mujeres que sufrieron femicidio, entre quienes se mencionó a Ana Barrera, cuyo paradero se desconocía desde el lunes 29 de mayo y de quien se supo un día antes de la marcha, que había sido asesinada el domingo 28 de manera cruel por su pareja, Marcelo Ferraretto.
…nombraron al grito de «Presente» a las mujeres que sufrieron femicidio, entre quienes se mencionó a Ana Barrera, cuyo paradero se desconocía desde el lunes 29 de mayo y de quien se supo un día antes de la marcha, que había sido asesinada el domingo 28 de manera cruel por su pareja, Marcelo Ferraretto.
«Hoy gritamos por las que ya no tienen voz», «Libertad a Milagro Sala», «Yo marcho hoy para que mañana no marchen por mí», «Donde luchan feministas, muere el patriarcado», «El machismo es enemigo de la Justicia Social», «Me apodaste feminazi pero un detalle te faltó: la que camina por las calles con miedo soy yo», «Libertad para Higui», «Aborto ilegal = Femicidio estatal ¡Ni muertas ni presas por abortar!», «Desmantelamiento de las redes de trata y explotación sexual», «Que mi vida no dependa de un botón antipánico», «Vivas, libres y luchadoras», «No sumisa ni obediente. Mujer fuerte, independiente y valiente», fueron algunas de las diversas consignas que compartieron los manifestantes en carteles realizados de manera casera, en una marcha heterogénea y multitudinaria.
«El Estado sigue siendo responsable»
A continuación, se reproduce completo el documento que el Colectivo Ni Una Menos Alta Gracia leyó en el Galpón Cultural Municipal Mario Cornejo, al concluir la marcha:
«Si nos discriminan, acosan, golpean y violan; si nos asesinan cada 18 horas; si ya nos faltan 134 compañeras en lo que va del año: el Estado es responsable.
Si en la policía nos dicen que “hay que esperar 24 horas para comenzar la búsqueda”; si los jueces no usan la carátula de femicidio; si los fiscales no investigan; si la lesbofobia y la transfobia son silenciadas y quedan impunes: el Estado es responsable.
Si llamamos a las líneas de atención y no nos responden; si no se garantizan las restricciones; si no recibimos protección y acompañamiento terapéutico; si no se declara la emergencia de género; si los refugios no alcanzan: el Estado es responsable.
Si no hay políticas integrales hacia la independencia económica; si nos discriminan y acosan en el trabajo y “no pasa nada”; si somos trabajadoras sexuales y la policía nos persigue: el Estado es responsable.
Si recibimos maltratos del personal de la salud durante embarazo y parto; si no hay educación sexual de calidad en las escuelas; si no accedemos gratuitamente a métodos anticonceptivos; si nos morimos abortando o vamos presas por ello: el Estado es responsable.
Si la iglesia tiene permiso, financiación y condiciones para intervenir sobre nuestros cuerpos; si la publicidad puede lucrar convirtiéndonos en mercancía; si los medios de comunicación nos juzgan, degradan, invisibilizan y censuran sin consecuencias: el Estado es responsable.
Si los políticos naturalizan el acoso callejero; si los funcionarios nos discriminan, subestiman, infantilizan o agreden; si las estructuras de poder y de toma de decisiones están mayoritariamente ocupadas por varones; si nuestras leyes son letra muerta; si las áreas de género están desfinanciadas; si las políticas públicas son mero maquillaje; si los discursos no trascienden el oportunismo de lo políticamente correcto: el Estado es responsable.
Si la policía nos prohíbe amamantar en público; si no podemos tomar sol en tetas en la playa por contravención; si nos tomamos de la mano o nos besamos entre nosotras y “cae” un móvil; si nos pintan los dedos por pegatinear; si nos reprimen por luchar: el Estado es responsable.
«…si el Estado sigue siendo responsable, nosotras aquí, ahora, cada vez más juntas, seguimos organizándonos, resistiendo, luchando, construyendo nuevos vínculos de sororidad, dándonos las alternativas, creando y recreando libertad, siendo la posibilidad de un mundo mejor para todas»
Colectivo NiUnaMenos Alta Gracia
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Hoy 3 de junio de 2017, volvemos a ocupar las calles como lo hacemos desde siempre, actualizando nuestro grito de dolor y de rebeldía.
Venimos a decir que el Estado sigue siendo responsable, como un mantra que nos horroriza y moviliza a la vez. El Estado es responsable de la violencia contra las mujeres en sus tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial; en sus tres niveles: nacional, provincial y municipal; en todas sus prácticas: cuando ignora, cuando interviene, cuando es cómplice, cuando aplasta; en sus macropolíticas, en sus ausencias históricas y en su casi imperceptible pero cotidiano abuso de poder.
El Estado es violencia, en la trama de violencias que es la sociedad patriarcal y heteronormada en la que (sobre)vivimos.
Pero si el Estado sigue siendo responsable, nosotras aquí, ahora, cada vez más juntas, seguimos organizándonos, resistiendo, luchando, construyendo nuevos vínculos de sororidad, dándonos las alternativas, creando y recreando libertad, siendo la posibilidad de un mundo mejor para todas.
¡Vivas y libres nos queremos!
¡Ni una menos!»