A la espera de una resolución judicial que, basada en el Amparo Ambiental vigente, impida la continuidad de las obras de la Autovía, vecinas y vecinos llevan hasta este lunes dos jornadas de acampe a la vera de la ruta 5, en el kilómetro 46, a la altura de La Serranita.
En un comunicado que hizo público, la Asamblea Paravachasca hizo saber que el acampe es por tiempo indeterminado: “Hasta tanto Leonardo Massimino, a cargo de la Cámara Contencioso Administrativa 1ª de los Tribunales ordinarios de Córdoba se expida sobre el Amparo Ambiental Colectivo vigente desde agosto de 2021 sobre las innumerables inconsistencias técnicas, administrativas y legales de todo el proyecto de obra de la Autovía Ruta 5”.
En el mismo texto, alertan a la comunidad “sobre el irreparable daño y perjuicio socioambiental que ya han realizado las topadoras de la empresa Paolini Hermanos, en el tramo comprendido entre La Serranita – Villas Ciudad de América”.
Finalmente, aluden que “el Gobierno de Córdoba y Caminos de las Sierras son responsables del estado crítico del Valle” y “las comunas y municipios de Paravachasca son cómplices por permitir el avance de esta obra absolutamente ilegal, en connivencia con la Justicia de Córdoba”.
Desde el acampe
El viernes se tomaron los primeros registros de las máquinas en el lugar. En respuesta, la Asamblea Paravachasca convocó a la comunidad a llegarse por el lugar el sábado por la mañana para resistir el avance de la obra.
Tras presentar en la Sub Comisaría de Anisacate una copia del Amparo Ambiental Colectivo y con la resolución de Fiscalía de frenar momentáneamente las obras, la Asamblea redobló la apuesta y lanzó una invitación abierta para montar el acampe que, hasta la mañana del lunes lleva dos noches activo.
Con presencia policial a la vera de la ruta, las vecinas y vecinos montaron una estructura de madera para guarecerse. Debajo, duermen los acampantes en carpas. Cuidadosos del lugar, han dispuesto un baño seco y toman precauciones como no prender fuego y separar la basura.
Se han acercado por el lugar, además de vecinos y vecinas de la zona más cercana, integrantes de otras organizaciones y asambleas ambientales de Dique Chico, de Punilla, de Villa Ciudad Parque y de Casa Bamba, entre otras proveniencias.
“Hubo un momento clave en el que nos pidieron que quitáramos unas banderas que habíamos puesto. Primero lo hicieron bien, después no fue lo mismo el trato y por último nos pasaron por al lado con una máquina de la obra. A partir de ese momento, se explicó que se había presentado un amparo que estaba en vigencia. Nos pidieron que acercásemos ese documento a la Sub Comisaría. A partir de allí se detuvo la represión y el trabajo de las máquinas. Entonces, decidimos permanecer en el lugar hasta que se expida la justicia en referencia a ese amparo”.
El relato pertenece a Lucía, una de las integrantes de la Asamblea Paravachasca. Ignacio, del mismo espacio, subraya que el acampe “puso visibilidad sobre el conflicto”.
Indica además que esta medida “abre el juego a que se acerquen otras vecinas y vecinos a plantear sus puntos de vista al respecto” y destaca que “se han acercado un montón de compañeras y compañeros que plantean su intención de acompañar este proceso y eso da fuerzas para mantenerlo”.
Si este lunes no encuentran una respuesta positiva por parte de las autoridades, la Asamblea podría sostener el acampe unos días más. En ese caso se harán necesarios aportes para el propio sostenimiento de la posta. Mientras tanto, Ignacio remarca que el principal aporte es colaborar para “lograr la máxima visibilidad de esta acción”, por lo que se insiste en que “organizaciones y personas que se sientan representadas o estén de acuerdo con lo que se está haciendo, difundan, se acerquen e informen al respecto”.
Y concluyó: “Lo que sostiene una medida como ésta son los cuerpos”.