Por Agus Moreno. Esta serie animada de Netflix nos cuenta las vivencias de un grupo de niños, compañeros de colegio, que están por entrar en la adolescencia. El comienzo de Big Mouth es brusco, no se guarda nada, empieza fuerte y al principio choca con uno, así como el eje principal de la serie: La pubertad. Acá hay que realizar un salto de Fé, acomodarse de la mejor manera a su humor, para luego dejarse llevar.
Una vez que atravesamos esta etapa inicial y ya planteada la base de cada personaje, comienza un viaje de autodescubrimiento sexual, afectivo e intelectual para estos y para nosotros mismos.
En conjunto con los niños protagonistas, también se nos desarrolla la historia de algunos adultos que aún sufren las mismas dudas e inseguridades que sus hijos, y como una vez que comienza el despertar sexual todo cambia para uno en su forma de relacionarse con los demás, conflictos que nos van a acompañar siempre.
La serie en este tema es muy clara: Su tesis es que no podemos separar al ser humano de su sexualidad, y cómo nos define en gran parte de lo que somos.
Así nos muestran el personaje del profesor Steave, quien su relación con el ámbito sexual es exageramente tardía e hiperconflictuada: Se convirtió en una persona que vive en un permanente estado de inocencia y vacuidad intelectual, incapaz de encajar con los demás.
Este personaje cobra mayor importancia cuando vemos que en un momento determinado que es el encargado de enseñarle educación sexual a los niños, en clara alusión a la incapacidad del Estado actual, como figura de enseñanza sexual.
Desde estás relaciones interpersonales entre niños en crecimiento, la serie puede hablar de una forma única sobre temas como el machismo, la sexualidad femenina, la planificación familiar, etc. y cómo se cultivan comportamientos tóxicos a partir de relaciones afectivas dañadas y un sistema educativo que no está a la altura.
La simbología que rodea a cada capítulo es muy interesante. Por ejemplo, cada niño cuando llega a la pubertad se le es asignado un «Monstruo de la pubertad»: un ser demoníaco que le acompaña todo el tiempo y es quien le genera las respuestas emocionales e impulsivas: una voz de la conciencia que conflictúa permanentemente con los personajes.
Los niños pueden ver y oír a estos demonios, al igual que a otros seres fantásticos como fantasmas, pero los adultos ignoran totalmente su presencia; ellos no pueden entender los arrestos impulsivos que sufren.
Nos plantean así cómo la pubertad es también una etapa de autodescubrimiento también para los padres, quienes deben lidiar con nuevas situaciones y cómo casi siempre no están preparados para lidiar con eso.
Big Mouth va por su tercer temporada, y da la sensación que está en la mitad de su vida como serie, aún quedan cosas por contar y hay que ver cómo va progresando en el futuro… Por el momento vale la pena darle una oportunidad para conocer personajes interesantes y un abordaje temático bastante único, con un humor muy bien desarrollado y actual.
Año: 2017 – actualidad
Creador: Nick Kroll
Reparto: Nick Kroll, John Mulaney, Jessi Klein, Jason Mantzoukas, Jenny Slate, Fred Armisen, Maya Rudolph, Jordan Peele
Plataforma: Netflix
