La Mesa por el Agua y el Ambiente (MAyA) emitió un comunicado en el que contó que envió a cada uno de los ocho candidatos que el 17 de septiembre competirán en las elecciones municipales de Alta Gracia, una serie de inquietudes «especialmente referidas a la política ambiental». Indicaron desde la organización que sólo dos de los ocho respondieron, aunque con «muy escasos conocimientos de las previsiones urbanísticas y medioambientales».
«Los que se adjudican mayores chances para ocupar el sillón de Lepri, se han mantenido en silencio», denunciaron desde MAyA.
Explicaron desde la organización socioambiental que esta iniciativa partió ante «la falta de debate público y abierto de las propuestas de gobierno por parte de lxs OCHO CANDIDATXS a la intendencia (en el realizado en el Colegio de Abogados sólo asistieron la mitad), debate que, por otra parte, debió ser una iniciativa del actual intendente atendiendo la Carta Orgánica que en el Artículo 18 expone los principios de gobierno».
Asimismo, indicaron que la consulta de la MAyA se corresponde con los deberes de los vecinos, previstos en el capítulo 2 del artículo 13 de la Carta Orgánica Municipal («Respetar y defender la Ciudad y sus símbolos«). En razón de ello, en rigor, la organización envió, con fecha 28 de agosto, una serie de ocho puntos sobre los que le solicitaban a cada candidato un posicionamiento, el nombre de los espacios representados.
Consultados por este Portal, indicaron desde la organización que las consultas fueron enviadas por correo electrónico a cada candidato.
Demandas socioambientales
La «situación de provisión de agua potable, saneamiento de laguna sanitaria, saneamiento y remediación ambiental del arroyo Chicamtoltina y Caocamillín (Santa Cruz), situación del litigio entablado por el municipio de Anisacate» era el primero. A continuación, solicitaban expresarse sobre «la postergada activación del Consejo del Ambiente«.
El tercer punto tenía que ver con «la preservación de las áreas de bosque aledañas a la ciudad y dentro de su ejido», así como la «remediación de los daños ambientales producto de las excepciones al POUT (Plan de Ordenamiento Urbano y Terrtorial)». El siguiente punto demandaba posicionamiento sobre «las fumigaciones próximas al ejido urbano y a distancias menores a las previstas por la ley».
El quinto hacía referencia a la situación de las canteras, en especial a Adita II: «Su impacto ambiental, los residuos tóxicos volátiles que emanan de dicha cantera, la remediación y la inertización y consumo de agua. Además de la situación de las canteras las 3A y Blackrock y su impacto sobre el terreno y el territorio».
El sexto aludía a la «planificación y urbanización«, atendiendo a las previsiones del POUT, el séptimo a las medidas contempladas para mitigar daños que podrían provocar «fenómenos meteorológicos de magnitud imposible de calcular, pero ya anunciados» para cuando pase esta «anómala sequía«.
Y el último, solicitaba precisiones sobre las medidas «para prevenir y mitigar los incendios, así como realizar una seria y transparente investigación de las causas».
Distancia entre la ciudadanía y sus representantes
Ante la escasa respuesta que recibieron a sus requerimientos, desde MAyA afirmaron con preocupación que, como votantes, «a menos de una semana de los comicios, nos encontramos con muy escasos conocimientos de las previsiones urbanísticas y medioambientales para los próximos cuatro años de gobierno».
En virtud de ello, se preguntan: «¿Será que la problemática ambiental NO está en agenda de lxs candidatxs, o NO hay voluntad política de hacerse cargo de los graves problemas ambientales y urbanísticos, a esta altura ineludibles y públicamente reconocidos?»
Y concluyen: «Todas las informaciones indican que estos problemas adjudicados a fenómenos naturales se agravarán en el próximo lustro: escasez de agua, imprevisibilidad de los fenómenos atmosféricos, aumento de la polución, deforestación, crecimiento urbano,
mayor demanda de servicios de agua potable, energía eléctrica y gas con la consiguiente insuficiencia y caducidad de las infraestructuras, todo lo cual acarrea una crisis socio-ambiental en la región. Pero nuestras futuras autoridades solo tienen silencios».
Finalmente, expresan su preocupación ante «la forma sin diálogo, sin reconocimiento de las necesidades y sin consensos que tiene la plana mayor político-partidaria de nuestra ciudad a la hora de hacer política en tanto armonización de acciones para la búsqueda
del bien común y gestionarla».
Y a 40 años de la recuperación de la democracia, se preguntan si no es responsabilidad de los gestores del Estado el «distanciamiento entre ciudadanía y representantes».
A continuación, se reproduce la nota que recibió cada candidato de manos de la MAyA: