En la antesala del cierre del 34º Encuentro Anual de Colectividades, Tortuga dialogó con el presidente de la Comisión Organizadora, Daniel González, y con el intendente, Marcos Torres Lima, para hacer un balance anticipado del evento. Ambos subrayaron la importancia de lograr equilibrios entre la oferta cultural y gastronómica, la grilla de artistas, el precio de las entradas y la recaudación final.
«Vimos un montón de familias disfrutando de la fiesta, las colectividades han trabajado muy bien. Pudimos encontrar un equilibrio entre la grilla, el precio y la concurrencia», introdujo el intendente Marcos Torres Lima, quien celebró que «han dado sus frutos las decisiones», haciendo referencia especialmente a la decisión de quitar las plateas.
«Antes veíamos ballets bailando con sillas vacías enfrente. Hoy todos los artistas actúan para públicos numerosos. Hay locutores y emprendedores locales, se retoma el romance entre el vecino y la fiesta. El formato va por el lugar que tiene que ir», aseguró.
Respecto de las expectativas económicas y de concurrencia, manifestó: «Los números han superado las expectativas. Colectividades es una fiesta estructuralmente muy cara. El escenario, con sonido, pantalla e iluminación, es de primer nivel. Hemos tenido un operativo con 120 policías. La grilla ya se pagó hace rato. Siempre hay cosas para ajustar, pero para nosotros es una inversión, no un gasto«.
Indicó Torres también que el resultado económico no hay que medirlo sólo con el balance económico de la fiesta, sino también considerando cuánto se benefician las plazas de alojamiento, los comercios y la gastronomía: «Hay muchísima gente que ha trabajado y es importante lo que genera el evento de forma directa e indirecta en la ciudad«.
Finalmente, agregó que para las próximas ediciones del evento, «hay que hacer hincapié en que las colectividades sean realmente colectividades», y postuló las posibilidad de que fundaciones, organizaciones no gubernamentales (ONGs), clubes, cooperativas o cooperadoras escolares puedan asociarse con colectividades y emprendimientos gastronómicos para que nuevas colectividades puedan estar representadas.
Y concluyó: «Hay que buscar que las colectividades no sean uno o dos empresarios que contraten a seis o siete personas que cocinen y listo«.
Daniel González, por su parte, destacó que salvo la jornada inaugural, en la que las inclemencias climáticas obligaron a terminar anticipadamente la grilla artística, «hemos tenido unas jornadas maravillosas» y que «la gente de las carpas está muy conforme con las ventas«.
También se refirió al «equilibrio» que requiere la fiesta de la ciudad: «Siempre va a haber críticas, las escuchamos pero también las discutimos. Si queremos que sea más popular, que no sea tan alto el costo del acceso, tenemos que tener una grilla más económica».
Respecto de las entradas liberadas para vecinas y vecinos de Alta Gracia en tres de las jornadas (incluida la extra del lunes 6 de febrero), González analizó la decisión como positiva «para que la gente de afuera solvente con el pago de las entradas la participación local». Y completó: «En las últimas ediciones veníamos viendo que la participación de la gente de Alta Gracia disminuía y queríamos que volviera a participar«.