En Tribunales II, en la Cámara 9º del Crimen, se lleva adelante el juicio por el asesinato de la joven trans Azul Montoro a manos de Fabián Alejandro Casiva, único imputado. De llegarse a una condena por femicidio, sería el primer caso de asesinato de una mujer trans en obtener dicha carátula.
Radio Tortuga 92.9 dialogó con Tomás Aramayo, representante de la familia de Azul Montoro, quien explicó porqué Casiva no debería ser declarado inimputable: “Él tiene dos declaraciones de inimputabiliad previa. Lo que pasa es que a través del perito de control, se logra dar vuelta esta situación manifestando que el trastorno de Casiva, no es un trastorno que le permita excluirse de ser consciente de lo que hacía”.
La importancia histórica que puede generar el juicio por el asesinato de la joven Azul Montoro radica en la posibilidad de que sea su asesino sea imputado no sólo por homicidio, sino también por violencia de género y femicidio, figura que hasta ahora no ha sido utilizada para juzgar crímenes de odio contra la población trans: “Es un hecho inédito. La única pena posible es la del Art. 80 que dicta prisión perpetua. Sería una condena ejemplificadora para la sociedad en su conjunto. Es muy importante para que la sociedad empiece a respetar a las personas que se sienten diferente y empiecen a incluirse en el ámbito laboral, social, educativo” explicó Aramayo.
Para finalizar, el letrado manifestó: “Es una población muy marginada las chicas trans, que intentan salir de su propia marginalidad”.
Cabe destacar que fue la Cámara de Acusación de Córdoba quien resolvió en Mayo que el crimen de azul debía caratularse como femicidio, estableciendo así un importante precedente, y que el hecho de que Azul haya sido trabajadora sexual y Casiva su cliente no implica que no mediara violencia de género en este caso.
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