Con voto oficialista y reparos de la oposición, el miércoles 27 de junio se aprobó en el Concejo Deliberante la autorización para que el Instituto Manuel de Falla instale un «gimnasio urbano» en la Plaza Mitre. El proyecto contemplaba originalmente también la colocación de un busto de homenaje a Eduardo Luppi, ex docente de la institución y reconocido político local, punto que finalmente no formó parte del despacho.
El texto aprobado por los cinco ediles de Unión por Córdoba dispone que la institución educativa donará «los siguientes bienes muebles para realizar ejercicios: remo, barra extensión y rotación, aparato para hombros integrador y remo integrados», que serán colocados en la Plaza Mitre, en el marco de un proyecto de «gimnasio urbano». Si bien el radicalismo acompañó esta decisión, no lo hizo con sus votos, proponiendo alternativamente que el texto volviera a la comisión de Legislación General, para revisar puntos poco claros.
La propuesta había llegado semanas atrás al Concejo Deliberante, tras contar con un informal visto bueno del Ejecutivo Municipal. Los emisarios del Instituto Manuel de Falla, en dicha presentación, le mencionaron a los ediles que ya estaban encargados los juegos y se había solicitado al escultor Julio Incardona la realización del busto de Luppi. En aquel momento, oficialismo y oposición advirtieron que al tratarse de una intervención privada sobre el espacio público, se debía estudiar detenidamente la propuesta.
Tras varias semanas de debate, la sesión del Concejo Deliberante del miércoles 27 de junio inició recién a las 11.15, después de una larga reunión en la que el oficialismo delineó cada punto y coma del despacho final.
La polémica de los homenajes
El mayor ruido llegó sobre la propuesta del busto de homenaje a Eduardo Luppi. Tras el frustrado proyecto oficialista de cambiar el nombre de la calle Cervantes por Miguel Ferrari, fallecido dirigente gremial, referente peronista y padre de la concejala Daniela Ferrari; entre pasillos empezó a correr el rumor de que el peronismo no permitiría homenaje alguno a un referente radical.
El despacho aprobado por mayoría menciona el busto, más no se concluye finalmente si se construirá o no. Simplemente, de manera imprecisa se expresa en dos lugares que este proyecto «es mucho más amplio».
Más, en el marco del debate por la aprobación de esta propuesta ideada por el grupo de estudiantes autodenonimado «Emprendedores Solidarios», el presidente del bloque oficialista, Mariano Agazzi, pidió la palabra para comunicar que su bancada «ha tomado la decisión de, en lo que respecta a homenaje o reconocimiento a figuras políticas partidarias, abstenerse de proponer o aprobarlas» hasta el final del período legislativo corriente, es decir, diciembre de 2019.
Como réplica, el presidente del bloque radical, Germán Rodríguez, le esgrimió a Agazzi que la decisión de clausurar homenajes y reconocimientos debía venir acompañada de un proyecto de ordenanza que brindara sustento institucional: «Me llama poderosísimamente la atención que el presidente del bloque de Unión por Córdoba haga semejante manifestación política en el medio de una sesión sin presentar ni siquiera un renglón escrito, cuando la carta orgánica municipal manifiesta expresamente cómo se le debe dar tratamiento a la designación de homenajes a personalidades».
Cambio de nombre en suspenso
En tanto, también el despacho de mayoría menciona, aunque casi al pasar, la pretensión del Instituto Manuel de Falla de cambiar el nombre de la Plaza Mitre por Plaza del Consenso Democrático. Si bien este tema no fue incorporado dentro de las medidas aprobadas, la idea no contaría con el visto bueno radical.
Cabe recordar que desde hace varios años, las organizaciones que llevan adelante la marcha por Memoria, Verdad y Justicia en la ciudad los 24 de marzo, vienen solicitando que este espacio público, en el que estas movilizaciones suelen culminar con respectivas realizaciones de actos y festivales, sea rebautizado como «Plaza de la Memoria». Incluso, murales en sus gradas hacen explícita referencia a la lucha contra la dictadura genocida que azotó nuestro país entre 1976 y 1983 y a la figura de Emi y Charo D’Ambra, históricos referentes en la materia.