Concluyó la primera etapa de excavaciones en La Perla, con hallazgo de restos óseos y evidencia de fosas

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En la mañana de este martes 2 de diciembre, a través de una conferencia de prensa desarrollada en el Espacio para la Memoria La Perla, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) informó los resultados de la campaña 2025 de búsqueda y recuperación arqueológica de personas desaparecidas en el predio que durante la última dictadura funcionó como centro clandestino de detención, torturas y exterminio. En el lugar se hallaron restos óseos humanos desarticulados y evidencia de antiguas fosas, coincidentes con testimonios que señalaban el lugar como sitio de enterramientos clandestinos.

De la conferencia de prensa participaron el Juzgado Federal Número 3 de Córdoba, a cargo de Miguel Hugo Vaca Narvaja, y la Secretaría de Derechos Humanos, en la figura de Juan Miguel Ceballos.

También estuvieron presentes miembros de organismos de Derechos Humanos y familiares, autoridades provinciales y municipales, de las universidades de Córdoba y de Río Cuarto, y representantes del Ejército Argentino.

Explicó el EAAF que entre septiembre y noviembre de este año retomó las excavaciones en la zona de la «Loma del Torito», en el predio que actualmente es la Reserva Natural Militar La Calera. La tarea fue desarrollada con la colaboración del Departamento de Geología de la Universidad Nacional de Río Cuarto y el Servicio de Antropología Forense del Poder Judicial de Córdoba.

De acuerdo a los testimonios de la causa, en la zona investigada existieron fosas que fueron removidas y los cuerpos que estaban allí fueron llevados a otro lugar. Durante la campaña de estos meses, el EAAF halló restos óesos humanos desarticulados y evidencia de antiguas fosas, algo consistente con los testimonios.

Precisó la entidad que durante los trabajos se excavaron cuatro hectáreas, realizando unos diez mil metros lineales de trincheras divididos en unas 470 trincheras de 20 metros en promedio. El lugar de los trabajos, asimismo, fue visitado por las querellas de los familiares y sobrevivientes de los crímenes de lesa humanidad perpetrados en La Perla; así como por autoridades judicales.

«El trabajo que queda por realizar es sobre una superficie de dos hectáreas», adelantaron.

Comunicado del colectivo de familiares querellantes al cierre primera etapa de exhumaciones La Perla

Miércoles 26 de noviembre de 2025, a las 8:45 de la mañana. Loma del Torito. A esa hora llegamos junto con nuestro amigo y abogado Ramiro Fresneda, y con el acompañamiento a distancia de quienes aún viviendo muy lejos estuvieron de alguna manera en ese momento que marcará para siempre nuestra historia individual, familiar y colectiva.

En un paisaje serrano de los que tanto conocemos, un monte en medio de lomas con espinillos y molles, vimos la tierra removida ordenadamente, cientos de metros trabajados.

Ahí han hallado huesos: lo que queda de nuestros padres, hermanos, hijos, esposos. Allí están muchos de los miles de desaparecidos secuestrados en Córdoba, en esa loma y en otras. No solo los escondieron: los cuerpos no están enteros, están revueltos en la tierra, desarticulados, profanados.

49 años después, por fin pisamos el suelo en donde están. La tierra echa luz en tiempos de oscuridad y de odio. Cada palmo de tierra removida nos remueve el corazón. Ese predio, Loma del Torito, es para nosotros un camposanto.

Entramos acompañados por el juez Hugo Vaca Narvaja, el Secretario Miguel Ceballos, el fiscal Facundo Trotta y otros funcionarios.

En el lugar están geólogos, antropólogos y podemos constatar que realizan un trabajo minucioso con el respeto que nuestros familiares merecen.

Caminamos entre la tierra removida. Una hija pone una música para su papá. Muchos lloramos. Sentimos alegría por haberlos encontrado y también una profunda tristeza.

49 años después, estas lomas nos revelan certezas. Que nuestros familiares están allí, cerca de La Perla de dónde los sacaron para matarlos como lo dijeron sobrevivientes desde 1980.

Que el ejército argentino siempre supo dónde estaban (y están): en terrenos de ellos. Que con su silencio siguen manteniéndolos secuestrados. Que el Estado argentino no los buscó lo suficiente.

Hay fotos de 1979 que muestran los cambios en el terreno. Los testimonios de sobrevivientes contaron del camión, del tiempo que tardaba, que permite indicar la distancia cercana al campo La Perla. Está el testimonio de Juan Julián Solanille. Había mucha información: si hubieran buscado de manera continua los habrían encontrado en estos 50 años. Por eso hoy pedimos un equipo de búsqueda permanente en Córdoba.

El 11 de abril de 2025, 26 familiares nos constituimos como querellantes en la causa “Enterramientos clandestinos” dispuestos a participar, contribuir, empujar, dar a conocer y sobre todo: no esperamos más. El 10 de septiembre comenzaron las excavaciones y 5 días después ocurrieron los primeros hallazgos de huesos. Este 28 de noviembre se interrumpió la búsqueda con resultados concretos que son pruebas contundentes de las desapariciones forzadas y de que los restos de nuestros familiares estaban en el lugar indicado. Ahora les toca al Estado, al Poder judicial y a las instituciones garantizar presupuesto, personal, leyes, decisión política y vías concretas para que la investigación no solo no se interrumpa, sino que se incrementen los medios y se intensifique y acelere radicalmente la búsqueda.

Nosotros seguiremos andando por las lomas que haga falta. Y en breve se sumarán a la querella más familiares que ya están participando en las tareas de nuestro colectivo.

Hemos recorrido muchos caminos, no ha sido nada fácil. Los hijos de quienes están en esas tierras hemos crecido con muchísimo orgullo y con dificultades también. Nuestros hijos, los nietos de quienes están en esas tierras, tienen huecos en su propia historia porque sus abuelos están aún desaparecidos. El daño ha sido inconmensurable, no sólo a los desaparecidos, también a las familias y generaciones por venir.

Agradecemos a las numerosas personas que nos manifestaron su apoyo y empatía, vecinos de Córdoba y del país que nos acompañan. A los pronunciamientos de apoyo y compromiso del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), de la Red Interuniversitaria de Derechos Humanos (RIDDHH) integrada por 38 universidades públicas nacionales. También agradecemos la disposición y colaboración de las Facultades de Filosofía y Humanidades, de Ciencias Sociales y de Derecho de la UNC. A todas las Centrales Obreras de Córdoba – CGTs y CTA – y a numerosos sectores sociales, políticos y culturales que se han expresado.

Junto con actores sociales y políticos de Córdoba, con el asesoramiento humano y técnico de la Universidad Pública, promoveremos una ley de búsqueda que defina como política de Estado la búsqueda permanente, la recuperación y la identificación de todos y todas los secuestrados-desaparecidos, de todos los ciudadanos desaparecidos. No se puede construir la Córdoba del futuro sobre cuerpos insepultos.

No descansaremos hasta encontrarlos a todos y todas. A cada mujer, cada hombre, cada joven, niño y anciano que fue llevado hasta el subsuelo de la muerte de la dictadura. Sus huesos renacen pidiendo Justicia con la fuerza de su dignidad y el brillo de los sueños de cada uno de ellos. Ningún poder desaparecedor podrá borrar el surco de sus vidas.

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