En diálogo con la Radio Tortuga 92.9, Santiago Benítez, delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en el Conicet Córdoba, afirmó que la reciente Resolución emitida por el Gobierno Nacional, que habilita a la Secretaría de Ciencia y Tecnología a ajustar las investigaciones científicas, «es la gota que rebalsó el vaso» en una política de desfinanciamiento de la producción de conocimiento.
«La Resolución es bastante ambigua, porque no especifica cuáles son los programas afectados», indicó en principio, aunque destacó que la búsqueda del Gobierno es desfinanciar aquellos proyectos que no se orienten con su política económica impulsada por Javier Milei.
«El ajuste no empezó con la Resolución, viene desde mucho antes. La Resolución es la gota que rebalsa el vaso, en un contexto de falta de recursos que sufrimos en el sistema científico», subrayó. Asimismo, apuntó que también es ambiguo el perfil de ciencia y tecnología que se intenta potenciar desde el Gobierno.
Aunque señaló que la reciente Resolución de la Jefatura de Gabinete, en sus fundamentaciones, se refiere al impulso «de áreas estratégicas vinculadas al extractivismo, la agroindustria y la minería, la economía del conocimiento«.
En ese sentido, alertó que «es peligroso que se identifique que la única ciencia que contribuye al desarrollo del país es la vinculada al extractivismo y la depredación«.
Acto seguido, remarcó que «la Resolución blanquea lo que ya sucede en los hechos, porque da de baja los programas que no han tenido desembolsos; y lo cierto es que ningún programa ha tenido desembolsos«. Agregó que se interrumpió la única agencia que financiaba las investigaciones y que «no se empezaron a ejecutar los proyectos de 2022 y en los de 2023 todavía no se terminó la convocatoria». Además, los presupuestos de los programas anteriores se van desfinanciando por la licuación de sus fondos.
RADIO TORTUGA (RT): ¿cómo fue el transitar del 2024 para el Conicet?
SANTIAGO BENÍTEZ (SB): El Conicet se ha mantenido con el esfuerzo de los trabajadores y con salarios por debajo de la media, en comparación con países vecinos. Y también con el esfuerzo de sus trabajadores precarizados, como sus administrativos, que han realizado tareas de gestión para aprovechar hasta el último centavo disponible para que la ciencia se desarrolle. Y la labor de las becarias y becarios de doctorados y pos doctorados, que a pesar de los recortes, han seguido trabajando, apostando a su propia formación científica.
Reconoció Benítez, además, que en el marco de la incertidumbre que se atraviesa, paralelamente a la depreciación de los salarios y el desfinanciamiento de las investigaciones, «en el personal administrativo ha habido bajas por despidos y por la precarización de las condiciones laborales», ya que muchas personas están obligadas a renovar sus contratos cada tres meses, con toda la incertidumbre que eso acarrea; y algunos de los investigadores se han volcado a otros sectores, que de esa manera «se llevan recursos formados en el país».