Ocho cooperativas de trabajo de la provincia suscribieron un documento en el que expusieron el aporte del sector a la economía del país, en contraste con las frágiles condiciones en las que se encuentran estas instituciones y las y los trabajadores cooperativistas. En ese marco, demandan «más y mejores programas que atiendan las particularidades del cooperativismo, promoviéndolo como una fuente de trabajo digno y no solo como un contenedor de aquellxs que no encontramos lugar en el trabajo formal».
«Somos miles de trabajadorxs asociadxs en más de 21.300 cooperativas en todo el país, que nos organizamos para planificar nuestro presente y nuestro futuro, para decidir sobre nuestra vida económica y social. Somos parte de la clase trabajadora argentina que produce bienes y servicios de calidad indispensables para toda la sociedad generando con nuestras manos el 10% del PBI de nuestro país», introduce el texto, que está firmado por las siguientes cooperativas de trabajo: «Combinación de Sabores y Saberes«, «Fábrica de Ideas«, «Idear«, «La Fragua«, «La Quinta Pata«, «Montón«, «Pueblo Fuerte» y «La Tinta«.
«Desde hace años la situación y realidad de las cooperativas de trabajo se ha ido complejizando y se agudizaron las dificultades para nuestro sostenimiento diario. Hoy los ingresos no alcanzan a cubrir las necesidades básicas y el ajuste vía inflación se expresa en la pérdida de poder adquisitivo», subrayan estas cooperativas, que precisan que mes tras mes deben «Cada mes, debemos «afrontar gastos de alquiler (muchas de nosotras no contamos con espacios propios) y el pago de servicios e impuestos que aumentan constantemente»; y que los «insumos y bienes para la producción dolarizados se hacen inalcanzables con nuestros ingresos en pesos, haciendo que la competencia nos deje fuera del mercado hiper concentrado, independientemente a la rama en donde nos desarrollemos, y se nos dificulte realizar el mantenimiento y actualización del equipamiento y la maquinaria que utilizamos».
Ante esta situación, advierten, muchas de estas trabajadoras y trabajadores «deben recurrir al pluriempleo ya que los ingresos de la cooperativa no son suficientes ni para cubrir el Salario Mínimo Vital y Móvil».
En ese marco, cuestionan que pese a los pronunciamientos verbales «a favor del rol crucial del cooperativismo en el engranaje productivo y social», no se han impulsado medidas concretas que favorezcan al sector, más que «paliativos eventuales a modo de subsidios que nos obligan a demostrar condiciones precarias de existencia y no nos sacan de un lugar marginal».
Asimismo, subrayaron que «mientras el 40% de la población está por debajo de la línea de pobreza, grandes empresas como Ledesma subió el precio del azúcar un 315% el último año, periodo en el que ARCOR aumentó sus ganancias un 78%, Banco Macro, un 390% y Grupo Financiero Galicia más del 450%».
Frente a dicho escenario, las cooperativas firmantes abogan por la unidad a partir de necesidades comunes para anteponer la fuerza colectiva del sector a «los intereses de los grandes grupos económicos que dan una pelea clara por obtener todo lo que necesitan e incidir en las políticas de los Gobiernos».
En virtud de dicho diagnóstico, enumeran las siguientes demandas:
- Complemento de los ingresos para trabajadorxs asociadxs
Necesitamos más y mejores programas que atiendan las particularidades del cooperativismo, promoviéndolo como una fuente de trabajo digno y no solo como un contenedor de aquellxs que no encontramos lugar en el trabajo formal. Hoy las ayudas individuales para el sector (Potenciar y PTA-Línea 1) están sujetas a la condición de pobreza de quien lo recibe (con ingresos declarados inferiores al SMVM) y no a la condición de trabajadorx.
Necesitamos salir de la marginalidad que se plantea cuando se habla de cooperativas y la autogestión no puede ser la excepcionalidad frente a la “normalidad” de otras formas de propiedad como la S.A., S.R.L. o la realidad de los monotributistas con empleados en relación de dependencia. Exigimos que lxs trabajadorxs de nuestras unidades productivas accedan a la “suma fija” anunciada por el Ministro Massa con los beneficios que correspondan según la escala.
- Acceso a tecnología y a programas de investigación y desarrollo
Para no quedarnos atrás en la compulsa del mercado, necesitamos incorporar mayor tecnología en nuestras unidades productivas. Para ello es necesario el acceso a créditos con tasas y plazos accesibles y subsidios para la compra de medios de producción y capacitación y el trabajo mancomunado con las dependencias del Estado vinculadas al sector científico-técnico (INTI, INTA, Universidades) que permitan mejorar nuestros procesos y hacer un salto de escala.
- Acceso a espacios físicos para trabajar y vivir
La fuga del resultado de nuestro trabajo hacia la renta inmobiliaria es uno de los motivos de la carencia de ingresos suficientes y de la ausencia de excedentes productivos reinvertibles. Además, gran parte de nuestros ingresos individuales son extintos con el pago de alquileres y tenemos cada vez más condicionantes para acceder a un lugar donde vivir. Necesitamos acceso a créditos y subsidios para la compra de inmuebles y legislación que regule los precios del mercado inmobiliario tanto para la compra como para el alquiler.
- Garantías previsionales y acceso a salud, seguro de riesgo de trabajo y licencias
La falta de un régimen que nos contemple como trabajadorxs asociadxs se hace sentir aún más en épocas de crisis sostenida. Necesitamos acceder a planes de obras sociales que garanticen nuestras necesidades y las de nuestras familias, así como a licencias por maternidad, enfermedad y cuidados. Además es necesario que se implemente el derecho a contar con seguro de riesgo de trabajo contemplado en el decreto 651/2022, garantizando el pleno acceso.
En este marco, exigimos como medida paliativa, la incorporación de lxs cooperativistas al anunciado “monotributo productivo”, tanto aquellas personas que no estuviesen registradas, como las que sí lo estén como trabajadorxs asociadxs.
- Prioridad en la participación de obra y compra pública
Fomentar la contratación de cooperativas de trabajo para las demandas estatales, con acompañamiento efectivo en el diseño de las mismas, con condiciones que permitan el real acceso de nuestras unidades productivas.
A continuación, se adjunta el documento completo:
