Daniel Suárez es coordinador de “Empleo y Economía Social” de la Municipalidad de Alta Gracia y referente local del “Movimiento Evita”. Desde esos roles, mantuvo una conversación con el programa “Tarde para Tirar la Toalla” de la Radio Tortuga 92.9, en la que se refirió a la economía popular como herramienta de desarrollo productivo y al desafío de unidad que atraviesa al peronismo de la Provincia de Córdoba.
Suárez destacó que “por primera vez, la Municipalidad tiene una Coordinación que se aboque a la economía popular”. Explicó que a través de esta oficina, se pone la mirada en aquellas trabajadoras y trabajadores “que se encuentran en la informalidad y que no encuentran en el mercado laboral formal de Alta Gracia, soluciones y respuestas”. Analizó que “el mercado laboral formal tiene un déficit muy grande” y que “cuesta muchísimo encontrar oportunidades”; y que por eso muchas personas acaban generando sus propios emprendimientos.
El funcionario enmarcó la decisión del gobierno municipal de contar con una Coordinación que aborde este frente, en “una decisión de gobierno nacional que también incluye dentro de sus políticas públicas, un desarrollo fuerte y una apuesta muy fuerte a generar un modelo productivo que ofrezca trabajo a partir de la economía popular”. Y enfatizó: “Es ahora el momento de empezar a planificar fuertemente, pensando en que a partir de la producción se pueda generar trabajo genuino en la ciudad”.
RADIO TORTUGA (RT): ¿En qué sectores se encuentra predominantemente la gente que tiene empleo formal en Alta Gracia?
DANIEL SUÁREZ (DS): En los comercios. Tenemos un supermercado en la ciudad que genera muchos puestos de trabajo. Tenemos algunas que otras PYMES. Ahí también hay que desarrollar, para tener más PYMES en la ciudad que generen trabajo. Esto no se puede hacer sin el acompañamiento del Estado municipal, provincial y nacional. Tiene que ser una decisión política fuerte pensar la reconstrucción de la Argentina en torno del trabajo, de abajo para arriba. No quedarnos solo con la economía popular. Pero sí entender que desarrollar ese modelo productivo va a ser la base para todo lo demás.
RT: ¿Cómo afectó a la cuestión laboral la pandemia en la ciudad?
DS: Muchísimo. Estamos hablando de sectores que viven del día a día, que se la rebuscan, que ya veían sus ingresos afectados antes, pero la pandemia profundizó muchísimo los problemas laborales. No solamente en esos sectores. También en los comercios. Tuvimos la posibilidad de visitar PYMES que comercializan mucho en otras provincias y tuvieron parada esa comercialización. Tuvieron que parar la producción, parar el trabajo de cada día. Y ahí es donde en mi rol más allá de la gestión, como compañero militante del Movimiento Evita y del proyecto nacional, destaco haber tenido un gobierno presente, apostando y aportando a todos esos sectores con recursos económicos, con los ATP, para poder sostenerse frente a una crisis económica, social y sanitaria de las más grandes que hayamos tenido.
RT: El de la informalidad es otro tema complejo…
DS: También nos mostró eso la pandemia. El IFE, lo planificaste para tres millones de argentinos y argentinas, y te encontraste con más de 13 millones. Eso nos muestra a las claras que tenemos que empezar a trabajar en darle formalidad a todos esos sectores. Y no podemos seguir pensando que el mercado laboral actual va a generar esas soluciones. Es la economía popular la que va a generar esas soluciones de formalidad, de trabajo, de producción y de oportunidades para esos casi 20 millones de personas en la Argentina que por distintos motivos no encuentran su lugar en el mercado formal.
“La economía popular no quiere informalidad”, sentenció Suárez, al explicar que lo que se busca es que este sector goce de los mismos derechos que tiene cualquier otro trabajador: “Que tenga el aporte jubilatorio, la obra social”. Y agregó: “La economía popular no sólo se piensa a partir de transformar los planes sociales en trabajo, sino en términos productivos. Se organiza por rama. Acaba de conseguir el sindicato la personería social (N.deE.: refiriéndose a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, la UTEP, que aspira a incorporarse a la CGT). Por ende, esa economía popular está en un proceso de formalidad. Es lo que vinimos trabajando el año pasado con esos sectores: que se terminen transformando en cooperativas de trabajo. Que tengan acceso a los monotributos sociales, que tengan acceso a un salario digno. Es lo que se viene trabajando en la economía popular para que esos sectores sean incluidos al sistema y que sean partícipes de una comunidad más activa, con mucho más desarrollo, con más crecimiento”.
RT: Mientras tanto, hay una resistencia por parte de muchos comerciantes que sienten que hay una especie de competencia desleal. E incluso en estos días ha habido una manifestación pública por parte del secretario General del SITRAMAG, Gabriel Medina, quien supo ser concejal del justicialismo local, en la que cuestionó que las tareas del plan “Potenciar Trabajo” que se han encomendado a trabajadoras y trabajadores de la economía popular, les quitan labores a trabajadores municipales y señaló que se trata de una precarización encubierta. ¿Cómo, desde tu área dentro del Estado, conversás con estas miradas?
DS: Por parte del sindicato, deberían apoyar y avalar a las personas que trabajan en la ciudad de Alta Gracia, que están organizadas con el municipio para llevar adelante distintas tareas que muchas veces no llega a cumplir el empleado municipal. Y no por horas extras, sino por falta de lugares y puestos. El “Potenciar Trabajo” viene siendo una herramienta muy necesaria que ayuda a organizar el trabajo. En Alta Gracia tenemos 70 personas que, tanto en las escuelas como en espacios públicos vienen haciendo un trabajo muy importante. En cuanto a los comercios y a la crítica de que la economía popular no hace los mismos aportes y por eso hay una competencia desleal, tenemos que empezar a pensarnos de manera más solidaria, como una comunidad más organizada. Para eso es necesario que entendamos que la construcción de una ciudad fuerte donde a todos nos vaya bien, tiene que gestarse en la solidaridad. Los comerciantes tienen que ver que si a estos trabajadores les va mejor, a ellos también les va a ir mejor. Porque ese feriante, ese pequeño productor, ese gastronómico que tiene su carro, van a salir de ahí y le van a comprar la ropa a sus hijos en el centro, van a hacer las compras en el almacén de sus barrios y van a fortalecer el crecimiento económico de la ciudad si tienen ingresos más genuinos en los bolsillos. Conversando con todos los sectores, hay que pensar en una legislación local para fortalecer la producción y el trabajo.
EL DESAFÍO DE LA UNIDAD
RT: Éste es un año de elecciones legislativas, de anticipo de lo que puede llegar a darse en 2023 y un año de internas en la mayoría de los partidos. Sos referente del Movimiento Evita, espacio peronista que supo estar dentro del kirchnerismo, que tomó distancia, que actualmente forma parte activa del gobierno de Alberto Fernández y que, en la Provincia, integra Hacemos por Córdoba, el armado político del justicialismo cordobés. El Frente de Todos y Hacemos por Córdoba aún no han definido si en la Provincia podrían ir juntos o separados en las elecciones legislativas; pero lo que más se vislumbra es esto último. ¿Cómo viene viendo el Movimiento Evita a este presente?
DS: El Movimiento Evita es una organización social y política que tiene una impronta y una definición totalmente peronista y que nace mucho antes que 2003, desde antes del kirchnerismo. Por el gobierno y las políticas que llevaron adelante Néstor (Kirchner) y Cristina (Fernández), para mí, las más peronistas desde el regreso de la democracia; el Movimiento Evita tuvo un acompañamiento muy fuerte a ese proyecto nacional y popular. Hoy es parte del gobierno de Alberto (Fernández) y Cristina (Fernández) y tiene presencia en la gestión, a través de sus dos principales referentes, el “Chino” (Fernando) Navarro y Emilio pérsico. Y en todo el país tiene un desarrollo mucho más firme de ocupar cada día más espacios en las gestiones de comunas, municipios y provincias, porque entendemos que tenemos que dar ese paso de salir únicamente de la organización social y pasar a ser una organización con presencia política. Porque en su estructura tiene un montón de cuadros que entienden la política como una herramienta para poder llevar adelante grandes procesos y transformaciones que necesitamos. Y entendemos que es desde adentro, desde la política, que se van a poder llevar adelante. Es ahí que el Movimiento Evita toma la decisión de acompañar al peronismo de Córdoba que conducen (Juan) Schiaretti y (José Manuel) De La Sota, que lamentablemente no está más. Es una decisión importante la que ha tomado el Movimiento como la que hemos tomado nosotros acá. Éramos compañeros y compañeras que militábamos en La Cámpora desde 2011 y en 2015 tomamos la decisión de involucrarnos con el día a día de la ciudad, con lo que nos pasa alrededor. Para nosotros, el peronismo es la herramienta, es la identidad, son nuestras convicciones y nuestros ideales, y desde ahí estamos trabajando a partir de una apertura que tuvo quien es hoy nuestro intendente, Marcos Torres.
RT: ¿Ustedes abogan por una unidad entre el “Frente de Todos” y “Hacemos por Córdoba” para ir en una lista única?
DS: Tengo un convencimiento de que lo que hay que pregonar, fortalecer y trabajar es la unidad. Y no solamente de esos dos espacios, sino de todo un peronismo que es mucho más grande y que necesita en la provincia de Córdoba tomar la iniciativa en un montón de cosas. Los dirigentes que hoy tienen la responsabilidad de conducir esos espacios, tienen que poder ver que necesitamos dejar de lado las mezquindades y los egoísmos, para pasar a un proceso de unidad que ponga como principal foco de atención más allá del pupo de cada uno, las necesidades de los territorios. Eso puede sonar hasta medio utópico, pero como generación tenemos la responsabilidad de ser más soñadores y apostar a que esas transformaciones se den.
RT: ¿Qué es lo que evaluás que impide que esto ocurra a nivel provincial?
DS: Hay diferencias bastante notorias y marcadas en cuanto a las formas y las políticas concretas que quiere cada uno de esos sectores para desarrollar una ciudad y una provincia. Esas diferencias a veces impiden que se puedan sentar en una mesa y se pueda entender que el peronismo se construye con enormes diferencias. Tenemos un gran ejemplo a nivel nacional, a partir de una importantísima decisión que todos los compañeros y compañeras que estamos dentro del peronismo deberíamos poder ver, que fue la que tomó Cristina (Fernández) de bregar por la unidad, más allá de los nombres propios. Confluyen distintas miradas dentro de un mismo espacio: tenés a (Sergio) Massa, tenés a Alberto (Fernández), que estaba hasta peleado con Cristina (Fernández), tenés al kirchnerismo duro. En Córdoba tenemos que poder lograr trabajar y hacer todo lo posible para lograr eso. Además, lo necesita el peronismo de Córdoba. Como joven, creo que hay una generación que ha logrado muchísimo para el peronismo cordobés. Hace 23 años que se viene gobernando la provincia. No vamos a desconocer semejantes logros, pero hay una generación que en 2023 no continúa, no renueva. Entonces quienes venimos por debajo de esa generación, tenemos que tener esa responsabilidad de mirar la construcción del peronismo sin mezquindades ni egoísmos. Más allá de las diferencias que vamos a tener siempre. Si las diferencias no nos permiten construir en unidad, va a ser imposible.
Evaluando los números de los resultados de las últimas dos elecciones ejecutivas provinciales y nacionales, se observa cierta coincidencia en números entre quienes han votado al peronismo de Juan Schiaretti a nivel provincial y quienes han votado la propuesta de Mauricio Macri a nivel nacional. Esto permite aventurar el análisis de que hay un componente conservador, antikirchnerista e incluso antiperonista en el voto a Juan Schiaretti, que marca una impronta que dificulta un acercamiento con el Frente de Todos. “Quienes tienen esa mirada neoliberal o que desde el Partido Justicialista llevan adelante la campaña de Macri, tienen que darse cuenta de que su lugar de pertenencia no es el peronismo”, sentencia Daniel Suárez, quien apunta que eso debe estar en debate dentro del justicialismo cordobés. Y concluye: “Lo que no podemos permitirnos es que tengamos un peronismo que apoye un proyecto neoliberal. La oligarquía fue siempre el enemigo de la Argentina y del peronismo. Ése es el límite para poder construir en el marco de la unidad”.