Daniel Villar: “Tengo 65 años, no me da el físico para andar agrediendo ni metiendo codazos”

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Así respondió el Asesor Letrado de la municipalidad a los trascendidos mediáticos que lo implicaban como protagonista de un acto violento en la guardia del Hospital Regional Arturo Illia. “Es un periódico que tiene la constancia de perseguir funcionarios que no son amigos de él”, manifestó Villar, además el funcionario expresó sus críticas respecto a la atención de la guardia: “Si vos no respetas al prójimo, y lo atendes mal, es obvio que vas a recibir una mala respuesta”. 

En la noche del pasado miércoles, el Asesor Letrado municipal, Daniel Villar, se vió implicado en un escándalo que ocurrió en la guardia del Hospital Arturo Illia. Los trascendidos de un medio local, el cual tituló la noticia como una “noche de furia”, ubicaban a Villar como el protagonista de agresiones hacia el personal médico del nosocomio.

Según esta versión de los hechos, el funcionario habría ingresado a los gritos exigiendo la atención inmediata de un familiar, haciendo a su vez ostentación de su cargo; ante la respuesta por parte del personal de seguridad, Villar se habría resistido incluso a costa de “codazos”. 

Ante esta situación, Daniel Villar dialogó con Radio Tortuga 92.9 y negó que los hechos hayan sucedido de esa manera, manifestado que “es una mala intención de un medio amarillento”. 

“Tengo 65 años, no me da el físico para andar agrediendo ni metiendo codazos”, expresó, al tiempo que recalcó: “Yo no agredí a nadie, lo que estos traviesos han expuesto es para justificar la atención indebida de la guardia, y por supuesto algún travieso del periódico que tiene la constancia de perseguir funcionarios que no son amigos de él, en ese caso se hará responsable el diario pero la realidad era otra”. 

La versión de los hechos según Villar 

“Estaba en la guardia asistiendo a un pariente que se descompensó, cuando veo que realmente no está en condiciones físicas de mantenerse en pie, pido una silla de ruedas y veo que se desvanece, por supuesto le reitero al guardia de seguridad la necesidad de que lo vea un médico, tenía un dolor agudísimo en el abdomen, pero el guardia no daba respuesta alguna, nos decía que ya lo iba a atender el médico y el tiempo pasaba”, comenzó explicando Villar.  

Y continuó: “Es una cuestión de respeto, si vos no respetas al prójimo y lo atendes mal es obvio que vas a recibir una mala respuesta. Ingresé por mi cuenta al consultorio llevando la silla de ruedas y veo que en los consultorios los médicos no estaban atendiendo a nadie, por lo cual me demoraron innecesariamente, por lo cual hay un mal servicio; servicio que no es gratuito, lo pagamos todos a la guardia.” 

Por otro lado, aseguró que los hechos que desencadenaron forcejeos con el personal de seguridad no fueron cometidos por él, sino por otra persona que había arribado a la guardia con su hijo pequeño. Al parecer, el padre del niño doliente tuvo los mismos inconvenientes en la atención que Villar. “El médico se negó a atender la dolencia del niño y eso provocó una reacción violenta del padre que avanzó sobre el personal médico y de seguridad”. 

Frente a esta situación, el Asesor Letrado manifestó que se vió obligado a intervenir para separar a esta persona e intentar poner paños fríos a la situación: “Lo llevamos hasta afuera y lo calmamos”.

La situación en la guardia

Para Daniel Villar “viene bien que el político esté ahí y que conozca la situación”, ya que “la guardia cuando está colapsada tiene problemas en la noche”. El funcionario asegura que jamás intentó hacer uso de su cargo para que lo atiendan, pero sí tomó nota de la situación vivida y se comunicó con el Director del Hospital, Esteban Alves, y el Secretario de Salud, Mariano Agazzi.  

“Le sugerí al director del hospital que en lugar de tener dos personas de seguridad privada, tuviera una enfermera. Esa enfermera te va a proporcionar por lo menos un adelanto de la situación de la gente que llega y no dejarnos sentados ahí esperando a que te atiendan”, comentó. 

Otra de las problemáticas que destaca es el uso de un portero eléctrico en la entrada de la guardia, el cual se utiliza para comunicar el arribo del paciente y tomar registro. Sin embargo, Villar señala que además de los datos, “te consultan sobre el diagnóstico, los motivos por los cuales vas, tus antecedentes médicos, cosas que hacen a la privacidad del paciente y tienen que ser escuchados a viva voz por todos lo que se encuentran ahí”.  

“Desde que vos apretas el botón del portero la situación se hace difícil, los profesionales que están ahí tienen que saber que es una guardia de hospital, no un supermercado”. Por otro lado, aseguró que en términos generales, una vez atendido, “la atención de los médicos fue excelente, el tema es el ingreso y la guardia que está colapsada”.

Y agregó: “Que en una noche tengas tres conflictos iguales seguidos, y en escalada que termina con agresiones, te das cuenta que algo está pasando. La gente está muy preocupada cuando llega y necesita que la atiendan como a cualquier ser humano, la gente no va a la guardia para molestar a los médicos, o a los guardias de seguridad, va porque tiene una necesidad y esa necesidad hay que atenderla. No hay que escudarse en si les pagan o no les pagan bien, vos cuando tomás la guardia tenés que dar respuesta”. 

Finalmente Villar señaló que espera que estos inconvenientes sirvan para visibilizar y mejorar la situación en la guardia hospitalaria. Respecto a los trascendidos mediáticos que lo implican como responsable de las agresiones, el letrado se escudó diciendo que “hay cámaras de seguridad en la sala de espera y en los pasillos” que pueden dar cuenta de sus palabras, al igual que “consultarle al director del hospital”.

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