Las ferias son un hecho cultural en sí mismas, acercan a lxs productores con lxs consumidores y generan un comercio más justo. Además, son el canal comercial de una economía popular cada vez más creciente. Desde hace tres años en la Ciudad de Alta Gracia funciona todos los jueves por la mañana el Mercado Agroecológico y de Productos Caseros; “Que No Se Te Escape” pudo conversar con Bruno e Itatí, integrantes de dicho Mercado.
Consultadx sobre el alcance y lo que ofrece el Mercado, Bruno contó: “Estamos trabajando desde ya tres años. Le ofrecemos al público lo que es producción agroecológica, casera y artesanal. La verdad es que estamos muy contentos con la respuesta del público porque tenemos ya una entidad, ya nos buscan, ya nos reconocen. Tenemos productos de muy buena calidad. Yo creo que es acercar al productor con el público, creo que hay muchísimos productores aquí en el Valle de Paravachasca, entonces poder invitarlos, que la gente tenga productos saludables en su hogar. Estamos también funcionando los viernes porque son muchísimos compañeros, con propuestas muy variadas ese día, desde macetas hasta cosmética natural, la verdad es que tenemos mucha variedad en productos”.
Respecto de la cantidad de feriantes que conforman el Mercado, detalló: “En total somos 25 productoras y productores y siempre tratamos de darle la oportunidad a todos, porque a todos nos pegó el golpe del virus y así darle espacio a todos”.
Sobre cómo condicionó la pandemia el funcionamiento del Mercado Bruno agregó: “Al principio fue difícil poder adaptarnos, pero tenemos muy buena comunicación entre nosotros, somos muy buenos compañeros y empezando por las redes sociales, era un poco impulsar el emprendimiento de cada compañero, compañere para visibilizar los productos de cada feriante. Tenemos además una excelente calidad y cada feriante le pone su sello y creo que el cliente regresa por la atención”.
Itatí profundizó en cuál es la ventaja de comprar en el Mercado: “Con el feriante el trato es personalizado, no tiene nada que ver con ir a comprar al supermercado. Estás yendo a buscar un producto hecho con amor, con convicción, con compromiso. Así sea un frasco de mermelada, detrás hay una persona que le puso su intención, elegir la fruta, que tipo azúcar usar, o si hace plantines, cada uno le aporta lo suyo. Con nosotros en particular nos pasa que como ofrecemos productos tradicionales mejicanos acá la gente no tiene idea de cómo se elabora, por ejemplo con las tortillas la gente nos pregunta que harina usamos, cómo elaboramos, hemos tenido la suerte de conseguir maíz agroecológico, les contamos cómo se puede consumir en sus casas. Toda la información que si bien no está toda en la etiqueta, porque no tenemos una etiqueta industrial, se la damos de primera mano al cliente”.
En relación a los alimentos veganos y si hay cada vez más personas que se inclinan por este tipo de productos, agregó: “Está creciendo muchísimo el público que busca alimentos veganos, porque hoy hay más información, no solo desde el lado de la salud sino buscar alimentos más amigables para el cuerpo, sino amigables con el entorno. En el caso de lo agroecológico, no siempre todos los productos, porque no siempre se consiguen todos los ingredientes agrecológicos, pero tratamos de usar la mayor cantidad posible y desde el lado de la empatía, que es el veganismo. Ampliamos nuestro círculo de compasión, por decirlo de alguna manera, no solo a los compañeres sino también a los animales no humanos, estamos buscando productos que no impliquen explotación animal. Muchos años milité en un grupo en Córdoba de difusión de veganismo y siempre nuestra herramienta fuerte fue hacer llegar recetas, hacíamos mesas de degustación porque lo primero que te preguntan es qué comes. Entonces vemos cómo se fue ampliando el mercado y como la gente va aprendiendo a incorporar esto en su propia cocina”.