El titular de la Cooperativa Obras Sanitarias de Alta Gracia (Cosag), Ennio Mazzini, se refirió a la contaminación del arroyo Chicamtoltina tras el plazo que la APRHI dio al municipio y a la cooperativa para presentar un cronograma de obras de saneamiento. Reconoció que el arroyo presenta algún grado de contaminación, aunque no toda se origina en la laguna sanitaria, y detalló los esfuerzos de la cooperativa para mejorar el tratamiento de líquidos cloacales y los desafíos que enfrentan por el vandalismo y la expansión urbana.
La intendenta de Anisacate, Natalia Contini, anunció que, a partir de la contaminación detectada en las muestras del arroyo Chicamtoltina, la Administración Provincial de Recursos Hídricos (APRHI) otorgó un plazo de 15 días al Gobierno de Alta Gracia y a la Cooperativa Obras Sanitarias de Alta Gracia (Cosag) para presentar un cronograma de obras de saneamiento que evite el vertido de líquidos cloacales fuera de los niveles permitidos.
Contini explicó que desde hace 15 meses la Municipalidad de Anisacate toma estas muestras, coordinadas por la bióloga Andrea Bischof del Área de Ambiente local, y que los resultados muestran que el arroyo “está contaminado” y que los niveles “no son aptos para que nuestra comunidad pueda llevar una vida digna y sana, y disfrutar” del curso de agua.
En diálogo con Radio Tortuga 92.9, Ennio Mazzini, titular de Cosag, reconoció que el arroyo presenta algún grado de contaminación, aunque aclaró que gran parte de ella se origina aguas arriba de la laguna sanitaria. “No sé en qué estará trabajando la municipalidad, pero puede haber un grado de contaminación; no creo que todo sea atribuible a la laguna sanitaria”, señaló. En ese sentido, recordó que hace años existía un sector de la ciudad que tomaba agua del arroyo mediante una planta precaria, que luego fue desactivada y conectada a la nueva planta potabilizadora debido a la contaminación ya existente del arroyo.
Sobre los tratamientos que realiza la cooperativa, Mazzini indicó que los líquidos cloacales pasan por etapas de depuración y clorado, y que próximamente se instalará una bomba de clorado para reemplazar la dosificación manual. Sin embargo, admitió que los esfuerzos se ven dificultados por actos de vandalismo que han afectado aireadores, cables y bombas, comprometiendo el correcto funcionamiento de la planta.
Consultado sobre las acciones necesarias para mitigar el impacto ambiental, sostuvo que Cosag puede mejorar el tratamiento de líquidos cloacales, pero que evaluar la contaminación general del arroyo es una tarea más compleja: “Hay que hacer un seguimiento del curso del arroyo y de los afluentes que lo forman, porque hay filtraciones y aportes de otros arroyos. Es un tema complejo”. Respecto a la responsabilidad de los controles, afirmó: “No puedo decir quién tiene la responsabilidad total. Lo que es afluentes de lagunas sanitarias es nuestra responsabilidad, pero no sé a quién corresponde el resto de los controles, si a la municipalidad o a la provincia”.
Sobre los niveles de contaminación en las lagunas sanitarias, explicó que los análisis mensuales generalmente dan resultados satisfactorios. “El último análisis salió mal por una falla en la dosificación de cloro, que ya está solucionada. Se han tomado muestras esta semana y esperamos que den bien”, señaló. El titular de Cosag también abordó la cuestión de los olores, que reconoció como un efecto inevitable de las lagunas sanitarias. Explicó que se están incorporando aireadores para mitigar los olores y que, pese al vandalismo que ha afectado el predio, se prevé instalar dos aireadores más en los próximos diez a quince días.
Finalmente, sobre si la ubicación de las lagunas es adecuada en relación con la expansión de la ciudad, Mazzini advirtió que “la ciudad creció hacia la laguna, que estaba ubicada ahí desde fines de los ’70. Hay que ser más exigentes al autorizar nuevos barrios cercanos a las lagunas, para regular mejor la expansión urbana”.








