Así lo expresó Carlos Rang, analista internacional de Río Cuarto. Hablo de soberanía o dependencia y aclaró que Macri y Scioli no son lo mismo.
En comunicación con Radio Tortuga 102.7, Rang aseguró que “América Latina se encuentra en una encrucijada donde existe un camino soberano o dependiente en lo económico, financiero, cultural”. “Estamos ante la pérdida de la soberanía y dependencia”, enfatizó.
En Argentina de cara al balotaje del próximo 22 de noviembre, el especialista declaró que en el país “existen dos proyectos confrontados: una forma dependiente (uno es el proyecto de las grandes transnacionales) y otro más soberano, con una integración hacia lo global”. Además indicó que se ve una antinomia de dos caminos donde no se discute “los proyectos estratégicos o modelos, sino cuestiones de formas o estilos”, mencionó.
«Lo que está en juego no es solamente cambiar a un presidente o presidenta que crispa la sociedad y poner un empresario de ojos celestes que habla más tranquilo. Lo que verdaderamente está en juego es el proyecto de país que se va a llevar a delante», analizó.
Para Rang, el proyecto que propone Daniel Scioli es “una continuidad en el mundo más multipolar”, algo que, si resulta electo Mauricio Macri “sería un proyecto más del lado bipolar, es decir, una integración al mundo de forma subordinada y neoliberal. Sería el proyecto representado por el núcleo del foro empresarial y de las relaciones internacionales que da cuenta a una idea republicana y de neoconservadores de Norteamérica con todo su estructura financiera, con sus fondos buitres”.
Además, consideró que los representantes al Ministerio de Economía de la alianza “Cambiemos”, como por ejemplo “Alfonso Prat-Gay, «trabajó para la banca Morgan, es un hombre de Harvard, de grandes capitales globales”, mientras que “Rogelio Frigerio es un candidato menemista y cercano a la banca usurera o de los buitr
es”.
Por otra parte, Rang recordó que durante esta semana “el juez Griesa habilitó a 49 fondos más de estos ahorristas, para agregar unos seis mil millones de dólares más a la deuda”, es por esto, que “en las elecciones generales con los resultados en mano, le ha ido muy bien a este sector del proyecto ‘Cambiemos’. Los mercados financieros festejaron a toda voz, es decir, aumentaron las bolsas de mercado un 30 por ciento. Ahí queda claro que ese proyecto neoliberal, de apertura de mercado y especulativo estaría haciendo grandes negocios con los recursos latinoamericanos, lo que podría causar grandes impactos sobre todo para aquellos países que están intentado a su forma, con límites y errores, intentar constituir un proyecto más autónomo y soberano donde puedan desarrollarse instituciones e instrumentos financieros”.
Por último, el especialista indicó que «los economistas del Pro, van a buscar más deuda y esto trae como consecuencia menos soberanía, ya que las políticas la decretan los acreedores. Esto tiene una gravedad extrema».
“Estas cuestiones que están en juego, solo la ven y discuten la gente que está más politizada”, aseguró Rang, quien agregó que solo un 20 por ciento del país abaraja estas cuestiones.
Los grandes poderes concentrados han encontrado maneras, aprovechando que la población no participa mucho de la política o se produce una desinformación, de tratar que, a través de medios
de comunicación masivos, apoyar a este nuevo modelo, “se les vende una ilusión y un sueño lo que produce que la gente vote sensaciones, sentimientos y no soberanía”, declaró.
“A veces la gente se siente cansada y quiere probar un cambio para ver que pasa, sin saber las consecuencias que aplica estos proyectos muy distintos de país, la gente no ve que se produce un cambio de economía que puede implicar la pérdida del trabajo, que se levanta el cepo la devaluación que se produce, y se va a dar cuenta cuando le afecte a su bolsillo”, afirmó Rang.
“Esta difícil salir a discutir con los vecinos porque reaccionan mal” ya que no quieren que “les laven la cabeza” o decir lo que “tienen que votar” y han instaurado mucho el querer “cambiar” la política y en realidad seria “restaurar lo viejo con discursos más nuevos”, consideró. “Dar este debate está difícil”, añadió.
Desendeudamiento
El analista aseguró que “a nivel global se discute un nuevo orden, con nuevas reglas, entre dos fuerzas: las llamadas unipolares (viejas potencias mundiales), grandes corporaciones transnacionales y por otro lado los proyectos de Estado-Nación continentales como China, Rusia y sus bloques como las corporaciones asiáticos más los bloques latinoamericanos como Mercosur, Unasur, Celac etc”.
Respecto al desendeudamiento que algunos dirigentes del Pro pidieron que debería acabar, Rang informó: “El desendeudamiento viene de un proceso desde el 2003 hasta la fecha, con una política fuerte para intentar sacarnos de encima a estructuras financieras que no controlamos como son FMI, el banco mundial o Repsol”. Según el investigador, «al pagar a estas empresas, el intento político de proyectos populares fue intentar sacarse de encima estas estructuras financieras porque trataban de interferir en la economía de los países. Se hizo como medida de soberanía sobre las decisiones de independencia económica para seguir avanzando en la distribución de la riqueza”.
