F. Der Meguereditchian, de la consultora «Pulso Social»: «Los electorados de Hacemos por Córdoba y del Frente de Todos se expulsan»

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Entrevistado por el programa «Tarde para Tirar la Toalla» de la Radio Tortuga 92.9, el altagraciense Federico Der Meguereditchian, quien junto a Nicolás Meloni sostiene la consultora «Pulso Social», analizó la previa de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 12 de septiembre próximo, que renovarán bancas cordobesas en el Congreso de la Nación: nueve en Diputados y tres en Senadores. También dejó algunas preguntas de cara a la obligada renovación de nombres propios en el Ejecutivo provincial en 2023 y se pronunció respecto de la irrupción de los llamados grupos «libertarios» en la política nacional.

«Pulso Social» nació hace unos ocho años, cuando Der Meguereditchian y Meloni, egresados de la universidad, iniciaron una serie de trabajos con campañas locales en la provincia de La Rioja. Ese enfoque se sostuvo en el tiempo y en pandemia se abocaron a una labor de digitalización. «En marzo de 2020 iniciamos un monitor de opinión pública mensual o bimensual, que nos hizo bastante conocidos», explica, aunque manifiesta que decidieron suspender las encuestas digitales, por ciertas limitaciones que tiene este método. «No queríamos que esos números estuvieran dando vueltas y vaticinando resultados para lo que falta mucho y hay cierta volatilidad electoral», apunta, deslizando un posicionamiento que adoptó la consultora «como una estrategia para no brindar incertezas a la opinión pública».

RADIO TORTUGA (RT): ¿Cuál es el capital que tiene una consultora, qué es lo que se valora de su trabajo?

FEDERICO DER MEGUEREDITCHIAN (FDM): Generalmente, las consultoras están vistas como «dame los números, dame la imagen», en esa vorágine que tiene la dirigencia política a poco tiempo de una elección. Nosotros luchamos contra eso y tratamos de imponer una filosofía más largoplacista, que tenga que ver con un trabajo más sistemático en el que las encuestas sean un elemento de vinculación entre la clase política y la sociedad, y aporten a la calidad democrática, a la conversación. Es un método para conversar que tiene la dirigencia con la gente, porque permite extrapolar determinadas variables. Tratamos de militar esa filosofía.

RT: En estos ocho años, ¿cuáles han sido las experiencias en las que han tenido resultados más importantes?

FDM: Hemos tenido de todo. La primera campaña que hicimos, en un municipio muy pequeño de La Rioja, fue una experiencia muy interesante porque era la primera vez que confiaban en nosotros. El resultado electoral fue positivo pero fue anecdótico. Pudimos reflexionar un montón de cosas en contextos locales pequeños, con características distintivas con dinámicas totalmente diferentes con la Provincia de Córdoba. Después, de a poco fuimos desembarcando en municipios de Córdoba y teniendo experiencias de las que hemos aprendido muchísimo para entender lógicas de los armados políticos. Hay diferentes tipos de consultoras: algunas son más resultadistas, más académicas y de investigación; lo nuestro es mucho de aprender en la práctica. Todas las experiencias son enriquecedoras.

Entrevista a Federico Der Meguereditchian, Parte 1

Variaciones sobre la Córdoba que se viene

En términos generales, tanto a nivel nacional como en la Provincia de Córdoba, Der Meguereditchian observa que hay un escenario estable en el electorado, con una disputa hegemonizada por las mismas fuerzas de hace cuatro y dos años, con la sola excepción de los llamados sectores «libertarios» que, principalmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la mano de la mediatizada figura de Javier Milei, podría llegar a generar alguna sorpresa. Donde sí considera que podría haber un elemento que condicione el resultado es en la «apatía política» que pueda llegar a generar el contexto de pandemia y las consecuencias que derivan de ella.

Recuerda que a principios de año, «Pulso Social» hizo una medición sobre la posibilidad de un peronismo unido para abordar los comicios de septiembre y noviembre en la Provincia, que disparó la certeza de que «los electorados de Hacemos por Córdoba y del Frente de Todos se expulsan». Explicó que «sacaban 16 puntos y 15 puntos, y cuando los ponías juntos, sacaban menos». Detalló que «algunos puntos se fugaban a Cambiemos», lo que les permitió arribar a la conclusión de que «la base electoral de Hacemos por Córdoba no es la del kirchnerismo nacional, sino que comparte votos con Cambiemos».

En virtud de ello, advierten «la diferencia entre las elecciones legislativas y las elecciones ejecutivas» en la Provincia. «Eso explica que le cueste hacer pie a Hacemos por Córdoba en este tipo de elecciones, ya que queda preso de la nacionalización y se refugia en su discurso del cordobesismo y la autonomía, y se reduce a un núcleo de votantes del sello que los mantiene». Entiende Der Meguereditchian que Juan Schiaretti ha logrado ampliar ese piso en las elecciones ejecutivas, con el peso puesto en la valoración de hechos de gestión objetivos, que tienen una «incidencia determinante, sobre todo la obra pública». Dice el consultor que «el gobierno de Schiaretti ha sabido generar un discurso que aglutina identidad en torno a esos valores, más que a una disputa ideológica».

En ese marco, analiza también lo que se está viendo en esta campaña dentro de la interna de Juntos por el Cambio, que lleva para las PASO cuatro opciones. «Es muy interesante la campaña de (Luis) Juez y (Rodrigo) De Loredo, con el slogan ‘Un Juez para Cristina’ o el discurso de los dos hablando en contra del kirchnerismo. Entendieron esa veta de que se vota gente que va a ir al Congreso y que es una dinámica diferente a la de las elecciones ejecutivas. (Mario) Negri está intentando ser lo más parecido a (Mauricio) Macri posible, o al estereotipo Cambiemos en los colores, en el equipo. Hay una disputa muy interesante de cómo capturar ese electorado cordobés que generalmente es hostil al gobierno nacional y no dejar que caiga nada para el oficialismo provincial», detalla.

RT: En 2023 se va a dar una particularidad en la Provincia de Córdoba en materia política, que es que después de más de 20 años, el gobernador no será ni el fallecido José Manuel De La Sota ni Juan Schiaretti. Eso para el justicialismo cordobés es un desafío porque necesita imponer un nombre o un proyecto que logre cautivar de la misma manera que lo han hecho De La Sota y Schiaretti. ¿Cómo lo están viendo ustedes?

FDM: Hay un consenso en el justicialismo provincial de que Martín Llaryora puede ser el candidato a gobernador, Sobre todo si se catapulta desde la ciudad capital. Los números de gestión lo van acompañando. Arrancó complicado por ser un candidato que no era de ahí y después vino la pandemia y tuvo que resolver algunas cuestiones gremiales y de servicios. Después de esos traspiés, empezó a caminar. En el tema de la oposición, hay que ver. Si no hubiese jugado dividida en esta elección, si hubiesen logrado un candidato de unidad que lograra hacer una buena elección, quizás llegaría mejor posicionado a 2023. Es una carrera larga, cuando llegue el momento van a ser más de uno los interesados de cada espacio. Hay que ver cómo se dirime eso adentro. Hay que ver también si el peronismo nacional va a jugar en un acuerdo justicialista con el peronismo provincial. Porque veo difícil una foto del cincuentaypico por ciento de los votos como lo que sacó Schiaretti; porque no repite, porque va a ser una figura nueva y porque si Alberto Fernández sale de la pandemia y al menos en términos relativos mejora la economía y hay otra expectativa de cara a 2023, también va a querer discutir su cuotaparte de poder en la Provincia de Córdoba. Es parte de ese armado lo que está haciendo Martín Gill como secretario de Obras Públicas de la Nación y este intento de peronizar el Frente de Todos que se empieza a observar en estas elecciones.

De cara a las elecciones para renovar gobernador en 2023, Der Meguereditchian incluye también entre las variables de análisis el comportamiento de los jefes comunales e intendentes de las 427 localidades de la Provincia de Córdoba, muchos de los cuales estarán impedidos de renovar sus cargos ese año. «Eso abre un juego enorme», subraya el consultor, quien recuerda que «Hacemos por Córdoba logró poner al unísono a todos los municipios justicialistas en 2019», incluso a algunos que a nivel nacional apoyaron la candidatura a presidente de Alberto Fernández. «Adelantando la elección a mayo, por lo que ni siquiera pagó costo político, Schiaretti logró que la orquesta suene al mismo ritmo. Hay que ver con eso qué sucede en 2023. Del otro lado está pasando lo mismo. Hoy tenés intendentes como (Marcos) Ferrer de Río Tercero, que están jugando con De Loredo en SUMAR, este espacio al que le costó ganarle en la interna a (Mario) Negri, que era el posesor del aparato radical», analizó Der Meguereditchian, quien contextualizó que frente a la disputa por la gobernación, «comienzan las disputas y las rispideces».

El fenómeno «libertario»

Consultado sobre el emergente de los sectores autodenominados «libertarios» en la política nacional, con algunas figuras resonantes mediáticamente como el economista Javier Milei, Der Meguereditchian analiza que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires puede llegar a «hacer ruido» porque es una población más permeable a este tipo de discurso, respecto lo que ocurre en el resto del país. Señala como novedad que, contrario a lo que se cree, el discurso de independencia financiera y libertad que esgrimen estos sectores, está calando en sectores populares. «Emerge por la falta de respuesta que han dado las últimas dos coaliciones cuando uno mira los resultados en pobreza, en indigencia y en el entramado productivo, exceso de gasto público, déficit fiscal, inflación, el vector del endeudamiento, tanto en los dos últimos años del gobierno de Cristina (Fernández de Kirchnero) como durante el gobierno de (Mauricio) Macri», analiza Der Meguereditchian. Haciendo un repaso histórico, realiza la siguiente observación: «De 2002 a 2013 el kirchnerismo consolidó un modelo de país y dejó poco espacio para el resto. Le iba bien, ganaba elecciones, aglutinaba sentidos, contenía sectores. Hoy estamos ante una sociedad dividida entre dos modelos. El resultado no es bueno, pero aún así no hay nadie que logre dar vuelta esa página. La gente está votando la segunda mejor opción: a Alberto Fernández por el desastre de Macri o a Cambiemos porque no se banca a Cristina. Hay que ver cómo salimos de eso con propuestas diferentes. Los liberales están representando un poco eso para algún sector de la sociedad».

El Frente de Izquierda y los Trabajadores – Unidad (FIT-U) se propone discursivamente como tercera fuerza frente al electorado. Der Meguereditchian entiende que de alguna manera los sectores libertarios logran captar cierto electorado descontento con «la clase política o la política tradicional». Explica el consultor que «los gobiernos tanto de centro derecha o de centro izquierda en la región, cuando dan buenos resultados, la gente tolera algunas cuestiones de características que pueden ser de la política tradicional»; pero que «cuando esas coaliciones dejan de dar respuestas, esos discursos pierden peso». Considera que «los liberales están sabiendo aprovechar eso, porque tienen un culpable que es la clase política» y que, por el contrario, «a la izquierda le cuesta un poco porque ataca al mismo fenómeno pero con un discurso que la gente no está dispuesta a escuchar, como lo del anticapitalismo, de vectores políticos más antiguos». Compara que en España la izquierda alcanzó algunas bancas por tener un discurso más aggiornado; y que en nuestro país, cierto discurso y luchas de la izquierda muchas veces también es incorporado también por el kirchnerismo.

Entrevista a Federico Der Meguereditchian, Parte 2

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