El Sindicato de Músicos de Córdoba lanzó su nuevo tarifario para la tarea de las personas músicas de la provincia. Radio Tortuga 92.9 dialogó con Víctor Garay, integrante de la entidad, quien analizó la importancia de poner valor económico a la labor artística.
«El nuevo tarifario presenta los valores que deberíamos cobrar las personas que nos dedicamos a la música como un trabajo», introdujo Garay, quien precisó que abarcan «la música en vivo, tanto en lugares gastronómicos de pequeño y mediano formato, como en shows y eventos públicos masivos».
En este punto, subrayó que desde el Sindicato se diferencia a aquellos emprendimientos comerciales que tienen un fin gastronómico y al que se le suma como una oferta extra un show artístico, de aquellos eventos cuya actividad central es la musical.
«Este tarifario es una referencia para saber cuánto vale nuestro trabajo, porque hace años viene menospreciado», subrayó Garay, quien destacó que desde el Sindicato también han elaborado tarifarios similares para arreglos y grabaciones.
En este caso, además, incluyeron dentro de la misma página de la entidad un apartado que permite a quienes organizan eventos, calcular gastos y ganancias posibles al contratar música en vivo.
Un escenario difícil
RADIO TORTUGA (RT): ¿Cómo es la situación de las y los músicos de Córdoba?
VÍCTOR GARAY (VG): Seguimos peor. Más allá de la pandemia, nos consideran menos en las ofertas hacia las personas músicas. Y a nivel nacional no hemos conseguido avanzar en el reconocimiento laboral que estamos exigiendo desde muchos lugares. Se nos sigue pensando como pequeños empresarios del arte, con una lógica super liberal y precarizante. Se instala un discurso de independencia de la música que en verdad es un discurso de precariedad. Como si uno pudiese ser libre de elegir ser productor de sus propias fechas; algo que sucede en muy pocos casos y el ejemplo siempre es el éxito y no el laburo cotidiano. Nosotros peleamos por el reconocimiento al trabajo cotidiano. A nivel nacional, no pareciera estar en agenda. Y a nivel provincial hemos avanzado en una mesa de negociación colectiva con el Ministerio de Trabajo y empresarios de la música, pero nos falta sentar al sector comercial del cuarteto, que es muy duro. Estamos trabajando políticamente para obligarlos a que se sienten, porque es nuestro derecho y es su obligación como contratante. Para fijar cuánto debe cobrar un trabajador que lo hace frecuentemente.
RT: ¿Cómo se elaboró este tarifario?
VG: Se toma como referencia la quinta categoría, la más baja, del salario de una persona música que trabaja en el Estado provincial. Se toma esa referencia y se hacen las distintas escalas. Y a esa misma referencia la usamos para el convenio colectivo que estamos peleando con los empresarios para las personas trabajadoras de la industria de la música.
Analizó Garay que para quienes tocan en lugares más pequeños, «este tarifario permite saber cuánto vale nuestro trabajo, y este piso que ponemos tiene que ser la referencia para luchar por nuestros derechos».
Asimismo, contó también que desde el Sindicato de Músicos de Córdoba se están reuniendo con otros sectores dentro del Frente de Trabajadores de la Cultura, con luchas comunes como el freno a la caída de los fondos específicos asignados a la cultura.
RT: ¿Cómo se deconstruye esta naturalización de que el arte no es trabajo?
VG: Los empresarios y los dueños de los lugares lo saben, por eso se aprovechan. Por eso nos invitan, porque les genera más ganancia. Bueno, esa ganancia que genera hay que repartirla entre quienes la generamos. Con los empresarios está claro que este trabajo les genera un ingreso extra, sino no no lo harían. Pero la discusión hacia adentro es más interesante, con las personas músicas. Porque yo amo tocar, pero si quiero tocar porque es mi vocación y quiero mostrar mi arte, no lo hago en un lugar comercial. Para eso tiene que haber otros lugares.
Se pueden consultar los tarifarios en el siguiente link: https://sindicatomusicoscordoba.org.ar/tarifarios/
NOTAS RELACIONADAS:
FARCO reclamó en el Congreso la prórroga de los fondos para la cultura