El 5 de diciembre se llevó adelante el lanzamiento oficial de la fundación «Estudio y Progreso Arturo Illia», una de las líneas internas de la Unión Cívica Radical (UCR), que impulsan, entre otros, César Navarro y Noé González Grima y que están enfrentadas políticamente a la conducción actual del Comité Alta Gracia. González Grima dialogó con la Radio Tortuga 92.9 sobre el objetivo local de este flamante espacio y el desafío político que atraviesa el centenario partido, en la coyuntura nacional.
«Es importante lo que está sucediendo en la Unión Cívica Radical. La gente está entusiasmada con reconstruir este partido, que le llevó tanto tiempo a muchos dirigentes hacerlo tan popular y que ahora está alicaído«, introdujo González Grima.
RADIO TORTUGA (RT): ¿Cuáles son los ejes que trata este nuevo espacio interno? ¿Cuál es el rumbo que proponen?
NOÉ GONZÁLEZ GRIMA (NGG): Esto tiene una historia larga. Originalmente nacimos a la vida política con la antigua «Línea Córdoba» o «Línea Federal», militando con Eduardo Angeloz, en ese momento gobernador. Teníamos una línea poderosa y fuimos gobierno durante 12 años en Córdoba. Era una época de oro del radicalismo. A partir de problemas que tuvimos, seguimos militando, tratando siempre de estar cerca. Teníamos una relación muy estrecha con (Ramón) «Lito» Díaz. Teníamos dos grupos internos con los que nos reuníamos para trabajar. Hoy unificamos estos dos grupos en esta fundación «Estudio y progreso Arturo Illia». La idea es trabajar en un grupo amalgamado. Hay radicales con ganas de trabajar en reconstruir este partido, que atraviesa una de las crisis más grandes que ha tenido. Ya ha pasado por vicisitudes así, porque es un partido popular. La idea es trabajar para un futuro cercano. La gente me preguntaba por candidaturas y 2027, yo creo que hay que trabajar en el presente para recuperar el partido. Hoy la conducción está en manos de otro grupo. Nosotros no estamos escindidos del partido, no somos un grupo rebelde; trabajamos intensamente para recuperar desde nuestro grupo esa Unión Cívica Radical que nos dio tantas satisfacciones.
RT: ¿Qué análisis se hace del funcionamiento del Comité Alta Gracia, que conduce Flavio Molgara, y cuál es la principal diferencia que tienen con esa línea?
NGG: Nos diferenciamos de los demás partidos, porque tenemos una vida interna muy fuerte desde el punto de vista democrático. Tenemos siempre la idea de que al partido no lo tiene que manejar una persona, ni dos ni tres, sino el afiliado y el simpatizante. En ese momento (en alusión a la más reciente renovación de autoridades locales) habíamos planteado una interna desde nuestro grupo y por cuestiones ajenas a nuestra voluntad, no se dio esa interna y se consagró directamente una lista interna medio inadecuada. Porque de última si no había interna, tendríamos que haber conformado una lista entre todos, sin importar tanto quién preside. Tengo un gran respeto por la gente que está ahora, pero desde el punto de vista interno no quedamos afuera porque teníamos ganas de hacerlo, desde Córdoba vino impuesta una lista. En política estas cosas pasan y tienen que pasar rápidamente y sin dejar grietas y heridas. Queremos que en el futuro podamos trabajar para la gente, sumar voluntades y acceder de nuevo al poder. El radicalismo ha sido un partido de poder, hemos estado muchas veces en el gobierno y desde esa perspectiva queremos seguir trabajando.
RT: Desde el retorno de la democracia, el radicalismo solamente tuvo dos intendentes, Audino Vagni y Mario Bonfigli. ¿Qué le falta al partido y a la militancia para construir un nombre que tenga la credibilidad suficiente para llegar a la intendencia?
NGG: Fueron momentos diferentes en la vida del partido. Las nuevas corrientes de políticos que han llegado a gobernar, como es el caso del Presidente (Javier Milei), que viene desde afuera de la política, ha influido mucho. Y también la permanencia en el poder. Tenemos un gobierno que hace más de 25 años que está a nivel provincial y a nivel municipal también. De cualquier manera, no nos ha ido mal en las últimas elecciones. Estuvimos muy cerquita, a tres puntos. El radicalismo va a seguir vivo, hemos pasado crisis grandes y a esta también la vamos a sortear.

RT: ¿Qué lugar tiene que ocupar el radicalismo a nivel nacional: tiene que acompañar al gobierno o debe presentarse como una oposición, que es para lo que fue votado en 2023 y 2025?
NGG: Esa palabra, oposición, no me gusta del todo. Hay que acompañar las cosas buenas y tomar decisiones en las que parece que no son tanto. De todas maneras, cuando hay un gobierno nuevo, poner palos en la rueda y oponernos sin tener en vista el camino, no conduce a nada. El radicalismo siempre ha sido un partido de poder y de oposición. No se puede estar en contra porque sí ni a favor porque sí.








