«Hay una apropiación conservadora del discurso de los DDHH, que enmascara dogmas religiosos sobre el inicio de la vida»

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En su columna jurídica semanal dentro del programa #TTT “Tarde para Tirar la Toalla” de la Radio Tortuga 92.9, la abogada Mariana Villarreal brindó un análisis pormenorizado en torno de la necesidad de que se sancione la Ley de “Aborto Legal, Seguro y Gratuito”. Sentenció que “en tanto no se legalice y se garantice la interrupción voluntaria del embarazo en la Argentina, el Estado no está cumpliendo con sus obligaciones internacionales”. En esta nota se puede escuchar la columna completa.

En el inicio de su análisis, Mariana Villarreal recuerda que hay tres causales comprendidas en el artículo 86 del Código Penal, que vuelven no punible la práctica del aborto en nuestro país: “Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios”, “si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente”.

Acto seguido refiere a uno de los principales debates que se dieron en 2018 cuando el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo ingresó al Congreso de la Nación: el que, sobre la base de los Derechos Humanos, discurría entre el derecho a la vida de embriones y fetos, y el derecho de las personas con capacidad de gestar de elegir continuar o no con un embarazo. “La Corte Interamericana de Derechos Humanos dice que el embrión no puede ser entendido como persona en los términos de la Convención Interamericana; esto en general significa que la protección no es absoluta, sino gradual e incremental según el desarrollo. Y esto sería lo que está respetando el proyecto de Ley que balancea este derecho, teniendo en cuenta que hasta las 14 semanas se privilegia el derecho de la persona gestante” y tras ese paso, se autoriza el aborto por las causales reconocidas en el artículo 86 del Código Penal.

“Hay una apropiación conservadora del discurso de los Derechos Humanos que enmascara dogmas religiosos sobre el inicio de la vida”, arremete. “Por más que estuviéramos de acuerdo sobre cuál es el inicio de la vida humana, de allí no surge que la protección deba ser absoluta y que se deba instrumentalizar el cuerpo de las personas con capacidad de gestar para sostenerla”, completa.

Mariana Villarreal explica que “el derecho al acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo tiene que ver con el Derecho a la Salud en sentido amplio, a la Igualdad, a la Autonomía; y puede constituir la negativa una forma de violencia” y subraya que “en tanto no se legalice y se garantice la Interrupción Voluntaria del Embarazo en la Argentina, el Estado no está cumpliendo con sus obligaciones internacionales”.

Detalla que al hablar de Salud no se remite sólo a la salud física, “sino también la salud mental, que incluye la salud sexual y no reproductiva; y el Estado nos debe garantizar el acceso a las prácticas que necesitemos para conservar esa salud”. Respecto al Derecho a la igualdad, expresa que “en la lucha del aborto se juega nuestro lugar como ciudadanas plenas, autónomas y con igualdad para decidir nuestros proyectos de vida. Y también está en juego dentro del mismo colectivo de mujeres, porque sabemos que las mujeres que tienen recursos pueden acceder a la práctica, aunque sea ilegal, en condiciones de seguridad; mientras que otras mujeres no”.

Finalmente, considera que la negativa del Aborto Legal, Seguro y Gratuito debe ser leída como “una violencia hacia las mujeres” e incluso como tortura y trato inhumano y degradante”.

A continuación, se comparte completa la columna de Mariana Villarreal:

FOTO: TÉLAM

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