Según precisó a Radio Tortuga 102.7 el fiscal Alejandro Peralta Otonello, el denunciado renunció al único trabajo registrado que tenía, para que no le embargaran un 20 por ciento correspondiente a alimentos para una hija que no reconoció. Por “incumplimiento de los deberes de asistencia familiar e insolvencia alimentaria fraudulenta”, podría recibir una pena de ocho años de prisión.
Hoy la hija tiene 14 años pero desde los dos, la madre viene reclamando al hombre que se haga cargo de la responsabilidad paternal. Peralta Otonello reconoció que al Código Penal le falta actualización para contemplar un caso como éste, más adelantó que habría pruebas para condenar al hombre a una pena máxima de ocho años de prisión.
«No son penas habituales y casos de esta naturaleza son bastante excepcionales», analizó Peralta Otonello, explicando que habitualmente hay personas que no tienen trabajos registrados y que denuncian sueldos mensuales menores a los reales, o que venden bienes que podrían embargarse para costear cuotas alimentarias atrasadas; pero que un caso como éste, de alguien que renuncia a su trabajo formal (en el que tenía siete años de antigüedad) para que no se le descuente el porcentaje de alimentos, es muy inusual.
El fiscal entiende que una resolución ejemplar podría sentar un precedente (jurisprudencia) para otros casos similares.
Escuchá la explicación completa del fiscal Peralta Otonello: