Este viernes 18 de octubre, a las 18, en la sala «Bajo la lluvia ajena» del Archivo Provincial de la Memoria (APM) de la ciudad de Córdoba se compartirán relatos del «insilio», en referencia a la población que, con distintos grados de participación y militancia, tuvo que permanecer silenciada e invisibilizada en el país, durante el terrorismo de Estado.
Explicaron desde el APM que «la actividad es parte del proceso de visibilización de la temática del insilio; poniéndole palabras, entrelazando historias, recogiendo trozos desperdigados, tejiendo una urdimbre de memorias«.
Asimismo, invitan abiertamente a quien quiera sumarse a participar con su historia, a contactarse a través del siguiente correo electrónico: insilio1976@hotmail.com.
La actividad es convocada por Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Córdoba y la Comisión y el Archivo Provincial de la Memoria.
Con su música, acompañará la lectura de los relatos, el Dúo Aguirre – Soria.
El APM está ubicado en el Pasaje Santa Catalina al 66, a media cuadra de Plaza San Martín, en la capital provincial.
Un emergente en el ejercicio de la memoria
El «insilio» hace referencia a un actor social que, por propia decisión o por no tener otra opción, se quedó en el país durante el terrorismo de Estado y sufrió una persecución silenciosa y perpetua.
“Eso deja una marca, una herida, que en principio es subjetiva, pero al afectar a una población suficientemente grande, se convierte en un trauma social”, alegaba tiempo atrás María del Carmen Torres, integrante de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Córdoba, en una entrevista con La Nueva Mañana.
“Insilio es casi un neologismo, porque solo está usado en la literatura o en textos referidos a cuestiones subjetivas, personales. Tiene que ver con situaciones análogas al exilio, pero sucedidas en el mismo territorio. Adoptamos esta palabra para referirnos a una población invisibilizada durante la dictadura y el período de construcción de memoria que comenzó después”, supo señalar Torres, quien se reconoció dentro de dicho colectivo, compuesto por “quienes fuimos víctimas, perseguidos o afectados por el terrorismo de Estado y nos quedamos en el país, porque decidimos quedarnos o porque no tuvimos otra opción”.
Subrayo en la citada entrevista que “la característica principal del insilio es el silencio y el aislamiento, el no poder ponerle palabras a esa condición”.
