Por Belén Trucco (*). Julieta Reyes es licenciada en Teatro y desde hace varios años vive en el Valle de Paravachasca. Es una referente indiscutida del ambiente artístico. Papel Tortuga indagó sobre su trayectoria.
Desde la tierra de los vientos en Neuquén, llegó Julieta y desembarcó en Córdoba, convirtiéndose en hija de la Universidad Pública, en la que se formó en Teatro con orientación actoral y escenotécnica.
El espacio de encuentro con su oficio es el “detrás de escena”, con una mirada técnica. Julieta une diferentes campos dentro del espacio teatral, siendo directora dramaturga y realizando puestas en escenas, donde la iluminación adquiere un rol fundamental desde su visión estética.
PAPEL TORTUGA (PT): ¿Cómo vivís el vaciamiento cultural que se está produciendo?
JULIETA REYES (JR): El impacto está siendo brutal y catastrófico. No estoy viviendo del teatro. Donde más lo siento, más allá del no trabajo que hay, es tener que salir a parar la olla con un montón de cosas que no tienen que ver con mi deseo innato de estar haciendo teatro, sino que no estoy teniendo tiempo para la creatividad y la experimentación, que es una pieza fundamental para la vida artística.
Todos sabemos cuál es la importancia del arte y la cultura en una sociedad, últimamente me está ocupando esto de poder garantizar experiencias. El arte tiene la capacidad de sublimar experiencias muy terribles, como lo es por ejemplo vivir en el mundo de hoy, entonces hay que hacer valer ese derecho, que por un ratito nos ponga otras músicas y otros colores en la mente. Tenemos derecho a la belleza.
(*) LEÉ LA NOTA COMPLETA EN LA EDICIÓN 214 DE OCTUBRE DEL PAPEL TORTUGA.
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