Cuatro días antes de su realización, el 2° Congreso Nacional de Niñeces y Adolescencias Trans cerró sus inscripciones al alcanzar el cupo previsto de 500 participantes. El evento se desarrollará en el Aula Mayor de la Universidad Provincial de Córdoba y en la previa viene sorteando diversos actos de hostigamiento y persecución. En la antesala, entrevistado por la Radio Tortuga 92.9, Santiago Merlo, de La Casita Trans, que organiza el Congreso, brindó detalles sobre la importancia de consolidar este ámbito de intercambio de experiencias y conocimientos científicos, para garantizar la vida digna de esta población históricamente vulnerada.
«Al primer encuentro lo hicimos en noviembre de 2024, en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y asistieron 500 personas«, repasó Santiago Merlo, revelando el interés social que despertó. Asimismo, subrayó que este evento es producto de diez años de trabajo sostenido de La Casita Trans, la asociación civil cordobesa que «acompaña de manera gratuita e integral a niñes y jóvenes trans y sus familias».
Precisamente, indicó que lo que se intentó plasmar en el primer congreso fue el trabajo interdisciplinario y articulador con diversos ámbitos, para «democratizar y socializar la experiencia y acompañar la formación de estudiantes, profesionales y equipos que trabajan en el territorio, municipios y diversos estamentos del Estado«.
«El año pasado vinieron referentes de todo el país y también de países vecinos. Los datos que fuimos logrando y sistematizando finalizaron en una revista que publicamos recientemente y vamos a estar presentando en este segundo congreso», agregó.
En síntesis, planteó que el objetivo del evento tiene que ver con «pensar en la protección, cuidado y acompañamiento integral de quienes expresan una identidad de género, un nombre o un deseo distinto al que nos fue asignado al nacer«.
Santiago Merlo habla en primera persona cuando piensa el camino de las niñeces y adolescencias trans. «Soy una persona trans, estoy por cumplir 50 años. En aquel tiempo no había información y siempre todo fue visto con mucho prejuicio. Para mi familia no fue fácil y ojalá hubiésemos tenido organizaciones, espacios y ámbitos académicos y científicos que nos hubieran acompañado«, indicó.
Remarcó Santiago Merlo que un debate abierto sobre las niñeces y adolescencias trans «hubiera evitado muchos dolores y hubiese significado que muchas compañeras y compañeros hoy estuvieran con vida, ya que la expectativa de vida de una persona trans no supera 45 años y sigue siendo la del medioevo».
En ese marco, planteó que la expectativa tan baja de vida de una persona trans «no tiene que ver con que nacés o te sentís diferente, sino con la expulsión sistemática e histórica de las familias, la escuela y el trabajo que no te brindan«.
Y subrayó: «Nadie elige estar en el lugar en el que sos hostigado, estigmatizado, perseguido«.
La concreción de este segundo Congreso viene atravesada por una serie de hostigamientos e intentos de boycott por parte de diversos entes religiosos y políticos conservadores.
Al respecto, Merlo afirmó que se han realizado las denuncias pertinentes y que el evento se desarrollará con normalidad, y tomando las medidas de seguridad que sean necesarias.
Asimismo, subrayó que a lo largo de estos meses han recibido el apoyo y acompañamiento de entes estatales municipales y provinciales, y de diversos organismos de Derechos Humanos y espacios de la sociedad civil.
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Foto: gentileza Aula Abierta








