El dirigente radical Leandro Morer, exconcejal y exsecretario de Gobierno, dialogó con Radio Tortuga 92.9 y confirmó sus intenciones de volver a estar vigente en la política local. Aunque lleva casi seis años alejado de la función pública, aseguró que nunca se retiró de la política y que ya proyecta un regreso para disputar la intendencia de Alta Gracia en 2027.
“Mi vida política siempre estuvo apuntada a ser intendente”, sostuvo Morer, quien actualmente se desempeña en el ámbito privado. “Hoy tengo una vida de vecino, trabajo todos los días y esa es mi principal preocupación”, explicó, aunque dejó en claro que sigue de cerca la realidad de la ciudad y que está dispuesto a volver al ruedo.
Para Morer, su experiencia en el Ejecutivo le dejó una marca: “Siempre me gustó más el Ejecutivo que el Legislativo. Disfruté mucho mi trabajo como secretario de Gobierno porque hacía lo que me gustaba, con gente de una ciudad que amo”.
2027 en el horizonte: una construcción opositora
Con la mirada puesta en el futuro político de Alta Gracia, Morer afirmó que su objetivo sigue siendo gobernar la ciudad. “Me veo gobernando. Es una intención, un anhelo y una preparación que he venido haciendo toda mi vida”, afirmó. Reconoció que todavía falta para 2027, pero aseguró que su actividad política comenzará a intensificarse para llegar con fuerza a esa instancia.
En ese sentido, remarcó que ve una oportunidad para que la oposición recupere el gobierno municipal. Sin embargo, advirtió que el radicalismo por sí solo no tiene fuerza suficiente para enfrentar al oficialismo: “El radicalismo solo no puede. Pero hay un amplio arco opositor con vocación de gobernar mejor”.
Consultado sobre cómo evitar que esa coalición opositora sea una simple suma de nombres, respondió que lo importante es tener un rumbo claro: “Cuando uno tiene claro el objetivo, todos trabajan bien. No me preocupa que haya representantes de distintos espacios. Si me toca gobernar, voy a elegir a las mejores personas para Alta Gracia”.
Sin embargo, aunque se mostró crítico con la gestión de Marcos Torres, Morer distinguió entre lo local y lo nacional. “Hay problemas que exceden a la ciudad, como la falta de trabajo o la inseguridad. No todo es responsabilidad directa del intendente”, señaló. De todos modos, consideró que hay márgenes para hacer las cosas de manera distinta.
En ese marco, cuestionó la idea de desarmar todo lo existente si le tocara asumir un nuevo gobierno. “No comparto eso de empezar de cero. Hay que fortalecer lo que está bien hecho y generar nuevas dinámicas económicas que complementen lo que ya existe”, propuso. También se mostró escéptico con respecto a las promesas industriales del peronismo local: “El predio industrial que se designó es un fracaso total. Hay que buscar alternativas viables”.
Opinión sobre la política nacional
A nivel nacional, el dirigente sostuvo que el país atraviesa una recesión profunda que golpea especialmente a la clase media. Justificó los ajustes impulsados por el gobierno de Javier Milei, aunque reconoció que el costo recae sobre los trabajadores. “Los cambios eran necesarios, y por eso preferí a Milei antes que a Massa. Tengo esperanza en que mejore la situación”, afirmó.
Por último, defendió la autonomía del radicalismo en la escena nacional: “El radicalismo tiene que acompañar lo que esté bien y marcar diferencias cuando haya que hacerlo. Pero no podemos dejar de ser radicales y afiliarnos a La Libertad Avanza. Eso no lo comparto en absoluto”.