En el marco del encuentro Alta Gracia se pinta, Radio Tortuga 102.7 recorrió los barrios Villa Oviedo, Sur y General Busto, donde cerca de 100 artistas de diferentes provincias argentinas y de otros países pintaron las paredes y fachadas de las viviendas. En diálogo con las y los muralistas, el denominador común que destacaron fue la relación que establecieron con vecinos y vecinas de la ciudad. Desde compartir una charla hasta invitaciones a comer, las y los habitantes de los barrios de la zona sur no sólo prestaron sus paredes sino que además abrieron sus casas.
«La gente de Alta Gracia es re piola», comentó Luxor, muralista de Buenos Aires, al tiempo que destacó que se sentía «muy cómodo». Desde hace 7 años no hace otra cosa que pintar murales, según explicó, mientras recalcaba que se renueva contantemente: «Todo el tiempo voy probando cosas nuevas para al menos sorprenderme yo, porque cuando las cosas dejan de tener sorpresa entras en eso que uno tanto crítica».
Por su parte, Carolina, artista también de Buenos Aires, señaló que le encanta «conocer otros lugares y ver como funciona la dinámica en otros espacios». «La cantidad de vecinos que salen a charlar y compartir está buenísimo», remarcó la muralista, quien además nos contó sobre su trabajo: «Hace tiempo que vengo pintando manos como una forma de hablar de los seres humanos en general sin hacer ningún tipo de referencia a género o pertenencia. Como que las manos son universales. Un mensaje desde donde nos comunicamos pero con otro lenguaje».
En la misma dirección Luciana, muralista de Valle Hermoso (Córdoba), insistió en que «hubo muy buena respuesta del público, la gente pasó a agradecernos y estamos muy contentos con eso». «Estoy trabajando una temática que tiene que ver con la idea de la infancia del Che Guevara pero visto desde un planteo revolucionario femenino, por lo que hicimos una pequeña ‘guevarita’ y tiene que ver con la idea de que se piensa en una frase del Che diciendo ‘si la revolución es ahora, el futuro es nuestro'», enfatizó.
De este modo, las y los artistas dejaron su marca en las paredes, al mismo tiempo que vecinos y vecinas de la ciudad dejaron su marca en la relación con los muralistas, algo que destacaron hasta el cansancio.