El restaurador e historiador local, Luis Rosanova, polemizó sobre las tareas realizadas la mañana del jueves en el monumento «El niño y el burrito», ubicado en Dean Funes esquina Sarmiento, que fue pintado en su totalidad. La obra, inaugurada en 1985, fue erigida por el escultor Luis Rodolfo Ocampo y la escultora Olga Argañaraz.
En diálogo con este medio, el vecino y reconocido restaurador de nuestra localidad señaló que originalmente la obra estaba realizada en base a «una técnica de estuco cementicio de color grisáceo que asemejaba a la piedra sapo». Explicó Rosanova que «ésa es la técnica, tratar de imitar la piedra sapo como lo hizo el mismísimo autor en la escultura de la mujer originaria que está en la Avenida Belgrano o la del hombre nativo, que la gente le llama el Monumento al Indio».
«En la restauración se hacen intervenciones físicas y químicas para detener el deterioro, no se pintarrajea, no se le pone ni látex ni nada de eso», enfatizó Rosanova al tiempo que agregó: «Hay gente que me dice ‘debe ser que están tratando se hacer algo distinto'». Enfático y sarcástico, apunta: «Y ¿por qué no lo pintaron de amarillo o por qué no lo pintaron de gris?». Para acabar, categórico, sentenciando: «Eso es un monumento, no un caballito de calesita».
Otras obras de Ocampo
Además del monumento «El niño y el burrito», el escultor riojano inauguró en 1986 el Monumento «El Comechingón», ubicado en Avenida Sarmiento y el Monumento a Juan Nieto, ubicado en Plaza Solares. Ambas fueron obras realizadas conjuntamente con la escultora Olga Argañaraz. Una tercera obra de Ocampo está ubicada en la vereda de la Avenida Belgrano esquina Belisario Roldán, denominada Monumento a la «Mujer Aborigen» e inaugurada en 1999.