En la previa de la interna del PJ a nivel local y a nivel provincial, con una mayoría de nuevos nombres en el Concejo Deliberante y con un Tribunal de Cuentas con mayoría opositora, Marcos Torres emitirá durante la tarde del domingo 1º de Marzo, su primer discurso político, el que de alguna manera brindará señales respecto del rumbo (y la impronta) que quiere darle a la ciudad; cuánto continúa la línea trazada por su hermano Facundo durante la pasada gestión y cuánto de nuevo incorpora, y con qué perfil.
Año tras año, esta alocución de cada intendente en funciones implica la puesta en público de un diagnóstico del presente de la ciudad y el anuncio de las políticas públicas que se pondrán en marcha durante el año. El acto implica además el inicio formal de las sesiones del flamante Concejo Deliberante, elegido en las urnas en 2019. Se realizará el domingo 1º de marzo, a las 18.30, en el Colegio Misericordia.
La interna en el medio
El inicio del primer año de Marcos Torres a cargo del Ejecutivo Municipal está marcado por la interna del Partido Justicialista (PJ) en la Provincia de Córdoba y su correlato en Alta Gracia, que se formalizará el 26 de abril próximo. Una nota en este mismo medio, semanas atrás, ventilaba algunas tensiones que se viven en estos días en torno de este tema (ver nota).
Tras las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) nacionales del 11 de agosto de 2019, la decisión de un sector del peronismo hegemónico cordobés (encabezado por el senador Carlos Caserio) de brindar apoyo explícito al entonces candidato a presidente Alberto Fernández y en contraposición, el sostenimiento de una posición «neutral» por parte del gobernador Juan Schiaretti, respecto del escenario nacional; abrió las aguas y profundizó una división que en abril se dirimirá en internas.
En nuestra ciudad, se manifiesta esta distancia, con condimentos propios, en la relación entre los sectores que responden, por un lado, al ex intendente y actual ministro de Gobierno provincial, Facundo Torres, y por otro lado, al también ex intendente y actual secretario de Transporte de la Nación, Walter Saieg.
Pareciera que la posibilidad de avanzar con una opción de unidad o dirimir la conducción en las urnas en la ciudad, va atada a la misma encrucijada en la provincia. Habrá que ver de qué manera este escenario se cuela en el discurso de Marcos Torres el 1º de marzo en el Colegio Misericordia.
Nuevos nombres y nuevas formas
Asimismo, el Concejo Deliberante que da su puntapié inicial el 1º de marzo trae nuevos nombres y algunos matices particulares, respecto de lo ocurrido en los últimos ocho años.
La bancada oficialista cuenta con Pedro Spinetti, empresario de la educación con su colegio Manuel de Falla; Pablo Ortiz, quien vuelve al Concejo tras varios años desde su primera experiencia y supo alcanzar un importante segundo lugar en las PASO locales dentro del justicialismo; Annemie Busse, nóvel en el recinto legislativo local; el ascendente Manuel Ortiz, que arriba tras ocupar funciones en el Ejecutivo y con larga trayectoria en la juventud; y Duilio Silva, militante territorial que supo encabezar una agrupación kirchnerista.
«Alta Gracia Crece», la denominación vernácula del macrismo, sienta en el Concejo Deliberante a Amalia Vagni, ex legisladora y quien acompañara como candidata a vice intendenta a Leandro Morer en las elecciones municipales; el experimentado Marcelo Jean, quien supo ocupar diversos cargos en la Municipalidad, desde los tiempos de Mario Bonfigli como intendente; Lucía Allende, referente juvenil de peso en el centenario partido e hija del actual presidente del radicalismo local; y Ricardo González, abogado y primer referente del PRO en ocupar una banca en el Concejo Deliberante.
El control en manos ajenas
Algunos dicen que por un error a la hora de manifestar su voto por parte de los electores, otros arguyen que como decisión voluntaria de la comunidad de mantener más controlado al gobierno; esta gestión contará con un Tribunal de Cuentas contrario, con dos opositores y un sólo representante oficialista. Se trata de un hecho extraordinario cuyas consecuencias en la gestión de Marcos Torres, son un misterio.
Previsiblemente, desde la oposición en el Tribunal de Cuentas se ha respondido que no se pondrán palos en la rueda a la gestión de gobierno de gobierno, pero sin dudas significará una dificultad o por lo menos una anomalía, respecto de lo que cada gestión municipal afronta como devenir político. Lo común, claro está, es que el Tribunal que asuma cada cuatro años, tenga su mayoría del mismo color político que el Ejecutivo.
Las cartas están sobre la mesa. Se podría decir que el 1º de marzo a las 18.30, en el Colegio Misericordia, arranca el año político en Alta Gracia.
