Miradas sobre el periodismo, desde la perspectiva Tortuga

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En este nuevo 7 de junio, en el que se celebra el Día de las y los periodistas en homenaje al nacimiento de la señera «Gazeta de Buenos Ayres» de Mariano Moreno que, entre 1810 y 1821 acompañó desde la prensa el proceso de Revolución e Independencia en esta naciente Patria; el Portal Tortuga comparte algunas reflexiones alusivas, desde dentro del caparazón comunitario de la Cooperativa de Trabajo Fábrica de Ideas.

En este 2023, la Radio Tortuga 92.9, el mascarón de proa de los proyectos de comunicación de la Cooperativa, cumple 15 años de ininterrumpido devenir periodístico en el universo comunicacional del Valle de Paravachasca. Desde esta trinchera, sin prisa y sin pausa (como sugiere el nombre de la emisora), se viene consolidando una forma de ejercer el oficio como una herramienta para la transformación social.

La línea editorial de Tortuga, cooperativa y sin patrón, por fuera de las lógicas de la primicia y el clickeo, se debate colectivamente desde la horizontal participación de quienes la ejercen en las distintas áreas; buscando equilibrios y apostando a la sustentabilidad y la generación de puestos de trabajo dignos.

El periodismo que se forja, desde esa posición, se anuda con la vida comunitaria de la región en un diálogo participativo, sin eludir los posicionamientos claros respecto a las diversas problemáticas ambientales, políticas, de género y Derechos Humanos; y propiciando, promoviendo y visibilizando las expresiones más diversas.

No es gratuita la tarea de diseñar una agenda por fuera de la extorsión, la prebenda, los negocios espurios y las relaciones carnales con los poderes fácticos. Pero los 15 años de caminar sostenido dan cuenta de que es posible una comunicación cooperativa y comunitaria, que incida en los debates sociales y acompañe el crecimiento local desde la economía popular.

El encuentro en redes con otros emprendimientos comunicacionales cooperativos y comunitarios de nuestra región, nuestra provincia, el país y el continente; colaboran con la prédica de que otras maneras de ejercer el periodismo son posibles y necesarias.

Como parte del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO), la Radio Tortuga adhiere a la demanda de la Confederación de Medios Cooperativos y Comunitarios (CMCC), que también integran la Red Nacional de Medios Digitales, FADICCRA, CONTA y ARECIA, en pos de una comunicación al servicio de las necesidades de nuestro pueblo y no de las grandes corporaciones.

¿Qué es ser periodista? (por Marcelo Riol)

Hace tiempo que asistimos a la degradación del periodismo, cuya práctica está pauperizada al extremo por la maquinaria voraz del like. Ya no importa la verdad, importa el alcance de una noticia falsa. Ya no importa contar una historia, importa el impacto de ese acontecimiento.

Hace tiempo que la tan mentada objetividad —regla pretendidamente indispensable para el buen periodismo—­ es un imperativo inalcanzable y atravesado por la subjetividad propia de nuestra existencia.

Sin embargo, cuando tengo que llenar un formulario donde me preguntan por mi oficio respondo, no sin cierta duda, que soy periodista. Y cuando esas dudas crecen hasta lo insoportable, recurro a “Zona de Obras”, un libro de Leila Guerriero donde recopila algunas de sus columnas publicadas en distintos medios de Latinoamérica y Europa.

Allí, a través de esos textos cortos, puedo encontrar las formas del periodismo que intento y defiendo. Ser curioso, tener paciencia, ser invisible, ser simple sin ser inocente, ser capaz de sentir la catástrofe o la alegría ajena como propia para poder contarla. Ser respetuoso. Sentir atragantado la incomodidad de un silencio. Tener miedo y enfrentarlo. Equivocarme y volver a empezar. Escribir como Martín Caparrós o la propia Leila, sabiendo que nunca lo seré. Tener algo para decir.

Todo esto en un medio comunitario, donde elegimos darle voz a los temas y situaciones que se descartan por carencia mercantil. Donde nos importan las luchas de las minorías, de los trabajadores, las medioambientales y la vida cultural. Ejercer el periodismo allí donde lo monetario no está en lo más alto de la pirámide, es hoy más que nunca, una elección profundamente política.

¿Qué decir este 7 de junio, día del y la periodista? (Por Pilar Ferrari)

Me surgen preguntas… ¿Qué tipo de periodista soy? ¿Cómo construyo este oficio? ¿Con quiénes hago redes? Entonces busco definirme como tal a partir de ciertas características que hacen a mi labor cotidiana… lo que indefectiblemente me lleva a pensar en que todos estos años de profesión estuvieron y están fuertemente marcados por mis convicciones e ideales.

Sin dudas somos lo que hacemos y desde mis comienzos puedo decir que vengo trabajando fuertemente desde lo colectivo, lo comunitario y lo cooperativo, creyendo que es imprescindible para transformar la realidad e incidir en las políticas públicas para lograr una verdadera democratización de la información y mejores condiciones de trabajo para todas y todos.

Muchas veces decimos con certeza que el periodismo es un estilo de vida, y en mi caso siempre estuvo atravesado por un fuerte activismo feminista. Haciendo redes, habitando espacios de militancia, construyendo nuevas narrativas, y trabajando siempre en equipo, a través de encuentros, formaciones, asambleas, radios abiertas, microfonazos, marchas, en plena crisis, en pandemia, desde la virtualidad, desde lo territorial, lo provincial y nacional. ¿Para què? Para visibilizar y reflexionar sobre las desigualdades que nos habitan, para dar pelea y conquistar derechos.

Ejercer esta profesión desde el trabajo colaborativo es sin dudas un desafío constante. Recuerdo mis primeros pasos en Radio Tortuga, los di en el año 2015, plena crisis macrista y con muchas ganas de cambiar hostilidad, incertidumbre e individualismo por disfrute, encuentro y trabajo en equipo. Producción radiofónica, operación técnica, conducción, gestión de contenidos…eso y mucho más en la Cooperativa Fábrica de Ideas hasta la actualidad, aprendiendo día a día que la salida es colectiva, sobre todo si deseamos romper con el famoso cerco mediático y la concentración de medios en unas pocas manos.

Hoy celebro el periodismo comunitario, ya que ha logrado cohesionar y enfrentar opiniones, además de desnudar las necesidades más inmediatas de una población, y es precisamente ahí donde radica su importancia, en la participación popular para dar respuesta a los problemas más urgentes. Y esto no lo digo yo, lo decimos quienes somos parte de una inmensa y comprometida red nacional, me refiero a FARCO, el foro argentino de radios comunitarias, la cual me abraza todos los días y le da sentido a este maravilloso y complejo oficio.

Feliz día a todas las personas que ejercen este oficio desde el corazón, lo colectivo y lo colaborativo. Seguiremos dando batalla para que nuestra remuneración sea acorde con la realidad. Y deseando romper con la brecha de género, para que más mujeres y diversidades podamos trabajar en condiciones dignas, ocupando los mismos lugares que los varones y tomando decisiones en los medios de comunicación.

¿Herramienta o arma? (por Belén Trucco)

La tarea periodística puede servir al pueblo, como una herramienta liberadora, que nos brinde claridad para analizar y accionar concretamente sobre los problemas o desafios que tenemos como sociedad.

O bien puede ser un arma filosa que lejos de construir, divide, manipula, etiqueta y condiciona. Desde el periodismo comunitario nos formamos y apostamos al periodismo como una herramienta que contribuya a la transformacion de una sociedad mas equitativa, reflexiva, informada y libre.

El periodista es ante todo un artista (por Guillermo Morilla)

Cuando pienso en el oficio periodístico, pienso en un momento particular de Walsh. Aquel que narra en Operación Masacre cuando supo del primer sobreviviente de los fusilamientos de José León Suarez. Lo imagino esa noche de verano de calor asfixiante delante de un vaso de cerveza aún transpirado, mientras sus dedos lo giran lentamente. Quizás todavía no había bajado la espuma cuando Walsh escuchó: “Hay un fusilado que vive”.

La palabra periodista no es otra cosa que la distinción, la nomenclatura obligatoria de un oficio, pero es preferible hablar en términos de artista. El periodista es ante todo un artista. Cuando se pide reflexionar sobre la práctica contemporánea se habla mucho de nuevas tecnologías, de métricas, de a dónde emigran las audiencias, pero habría también que señalar que el periodismo parece haberse alejado del arte.

Walsh tomando una cerveza fue abordado por la aventura, obró como artista y como militante. Un militante de la historia a contrapelo como sugería Walter Benjamin. Hoy más que aventureros, hay una tendencia en el oficio a convertirnos en playmobils: redactores, editores, fotógrafos, y diseñadores gráficos. Todo en uno y por el mismo precio. Lo que mueve al capitalismo hoy en día es la información. En ese sentido la información es un valor, pero las historias que nos cuentan y narramos no deberían ser pensadas en forma de mercancía.

Una historia bien contada es mucho mejor que la mera información de un suceso porque implica ante todo un encuentro con el otre. Tomar la historia como materia prima y hacer de ello un hecho artístico; una forma de vida aventurera que tenga como horizonte de posibilidad la transformación. Quienes imaginan y narran el mundo, tienen la posibilidad de cambiarlo. Quizás un día lo descubran -cómo Walsh- frente a una cerveza.

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