Navila Garay, de 15 años, en Chascomús, provincia de Buenos Aires; Vanesa Caro, de 38, en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires; Cecilia Burgadt, de 42, en la ciudad de Santa Fe; y Cielo López, de 18, en Plottier, Neuquén. Son las cuatro nuevas víctimas fatales del machismo y el patriarcado en nuestro país. Las cuatro muertes se conocen durante un mismo fin de semana.
El Observatorio de las violencias de género «Ahora que sí nos ven» realizó una reconstrucción de los cuatro femicidios:
Navila Garay, de 15 años, oriunda de Chascomús, se encontraba desaparecida desde el martes pasado. Su cadáver fue encontrado ayer (el domingo 15 de septiembre) en una casa de fin de semana luego de que la dueña del inmueble hiciera una denuncia. Efectivos de Policía Científica llegaron al lugar y exhumaron el cuerpo, enterrado en la propiedad. Fue golpeada en la cabeza hasta morir. No se encontraron signos de violencia sexual.
Vanesa Caro, de 38 años, había sido incendiada por su esposo delante de sus cuatro hijos, quienes fueron testigos del hecho. Falleció este sábado (14 de septiembre) tras sufrir dificultades con la traqueotomía que le habían realizado por el ataque en el partido de Lomas de Zamora.
Cecilia Burgadt, de 42 años, fue a trabajar y nunca volvió. Era enfermera de un hospital público de Santa Fe. Fue asesinada a golpes y maniatada en una vivienda del norte de esa ciudad. La Policía detuvo a su ex pareja, quien se quebró y confesó horas antes del hallazgo del cuerpo.
Cielo López, una joven de 18 años oriunda de Plottier, Neuquén, era intensamente buscada desde el jueves 12 de septiembre. El domingo (15 de septiembre) por la tarde el cuerpo fue hallado completamente descuartizado en una zona de espigales, próximo al río Limay, en una zona de casas quintas del Paraje China Muerta, Neuquén.
Categóricamente, desde este Observatorio afirman: «Estos hechos no son casos aislados, no las encuentran muertas, son víctimas de un sistema patriarcal que nos mata todos los días. Los femicidios son la expresión extrema de la violencia machista al cual nos vemos sometidas las mujeres y disidencias. Desde el gobierno nacional, miran para otro lado. No sólo con las políticas de género, sino con todas las medidas económicas que afectan doblemente a las mujeres, dejándonos en situación de vulnerabilidad».
Al respecto, la presidenta del Observatorio, Raquel Vivanco, demanda la existencia de «un Ministerio que esté en la mesa chica peleando un presupuesto digno para impulsar acciones que puedan frenar la violencia de género» y advierte que estos femicidios se suman a los 223 relevados hasta fines de agosto por este Observatorio: «Las cifras son alarmantes y observamos un recrudecimiento de la violencia producto de la terrible crisis económica que estamos viviendo».