El miércoles 28 de noviembre ingresó al Concejo Deliberante un proyecto del Departamento Ejecutivo que solicita la inminente convocatoria a una asamblea para renovar las autoridades de la Comisión Organizadora del Encuentro de Colectividades, de cara a la próxima edición a realizarse en los primeros días de febrero: osea, dentro de poco más de dos meses.
Sin debate
En la última sesión ordinaria del año del Concejo Deliberante, el oficialismo recurrió al artículo 94 del reglamento interno del cuerpo legislativo local, para que este proyecto no fuera debatido en el recinto y fuera girado directamente a comisión. Este movimiento impidió que el radicalismo cuestionara a la Municipalidad por demorarse más de lo que la ordenanza correspondiente dispone para elegir las nuevas autoridades del evento cultural más importante de la ciudad.
Cabe recordar que semanas atrás, el bloque opositor había presentado un proyecto para que se convocara a renovación de autoridades desde el Concejo Deliberante, frente a un Ejecutivo que dejaba correr los días.
Algunas confirmaciones
Radio Tortuga 102.7 conversó con Luis Risso, responsable de la XXX edición de Colectividades y colaborador del intendente en el armado de la versión 2018, quien adelantó la presencia de Jorge Rojas y Luciano Pereyra para la próxima; más se excusó de brindar más detalles, advirtiendo que es el intendente Facundo Torres quien personalmente se está encargando del armado.
En deuda con la participación
Con ordenanza renovada hace relativamente poco tiempo, cada año el debate y la sospecha son los mismos: que cada año se convoca fuera de término a la asamblea para renovar autoridades porque «ya está todo cocinado» y no hay tiempo de que se presente propuestas alternativas ni modificaciones sustanciales a la propuesta oficial. Y si bien eso es tan sólo una sospecha, los hechos dan cuenta de ello. Para abordar transformaciones estructurales a la fiesta, los debates deberían arrancar por lo menos a mitad de año; si no, efectivamente el tiempo no alcanza más que para sumarse a colaborar. Y cada año, cada fiesta, genera dudas e inquietudes que nunca son saldadas con el poco tiempo que se brinda para participar. Es por ello, precisamente, que la nueva ordenanza contempla que la convocatoria debe realizarse con un tiempo más lejano a la fecha de realización de esta fiesta. Que no se respete ese tiempo no es sólo el incumplimiento de una ordenanza, es también una forma de limitar la participación ciudadana.