Por Diego Heredia (*). Mientras Juan Schiaretti carga contra los gremios con el apoyo de Cambiemos en la Legislatura, Unión por Córdoba en las distintas localidades de la Provincia busca accionar de manera tal que, quienes se transformen en enemigos del Gobernador ante la opinión pública, sean aliados finalmente a través de negociaciones no promocionadas.
Esta lógica bipolar se traslada a la relación con distintos sectores políticos y sociales, con los que Schiaretti declara prácticamente la guerra mientras sus dirigentes territoriales van convenciendo de que la estrategia para que no gane Cambiemos es trabajar en conjunto.
Por ejemplo, llamó la atención ver al intendente Facundo Torres en el Salón de Luz y Fuerza celebrando el 1º de Mayo con distintos gremios, teniendo en cuenta la organicidad de Torres con Schiaretti y el fuerte avance de éste último sobre el gremio de las y los trabajadores de EPEC.
También es llamativo cómo algunos sectores del kirchnerismo provincial se acercan a Unión por Córdoba, cuando el Gobernador recibió al autodenominado «PJ Federal», que es una unión de «peronistas» sin kirchnerismo. En este sentido, hay que ver cómo ex militantes kirchneristas se diluyeron en el gobierno local.
El desafío del oficialismo provincial y local es mantener un espacio amplio de alianza para hacer frente a Cambiemos, pero otro desafío será convencer al votante en 2019, y persuadirlo para que no evalúe como incoherente la bipolaridad de Unión por Córdoba tanto en Alta Gracia como en la Provincia.
(*) El texto fue leído como editorial de la edición del 28 de abril del programa Zoon Politikón, que se emite los sábados, de 9 a 11, en la Radio Tortuga 102.7.
FOTO: REDACCIÓN ALTA GRACIA