El uso de la pirotecnia en épocas de las fiestas afecta de manera negativa a los animales, niñxs con autismo, a personas mayores y al medio ambiente. A pesar que desde 2015 rige en Alta Gracia la Ordenanza N° 9900 que prohíbe la fabricación, depósito, venta y utilización de artículos de pirotecnia, pero muchos vecinxs no la cumplen.
Carolina Romagnoli, titular de la Fundación ADMA, dialogó con Radio Tortuga 92.9: «Hay una falta de educación y concientización por parte de los vecinos y vecinas de la ciudad. La Ordenanza es muy rígida porque hace mucho hincapié en las mascotas y no en los niños con autismo, los abuelos o el impacto que tiene en el medio ambiente. Lo ideal sería que se amplié un poco más».
Además, Romagnoli manifestó lo difícil que es controlar el uso de la pirotecnia y agregó:» Sí creo que se puede sancionar o hacer controles sobre la venta. Por eso, es importante que todos sepan las consecuencias que esto trae para los animales, los seres humanos, para el medio ambiente porque tenemos uno sólo y debemos cuidarlo. En los barrios aledaños se pierde mucha especie silvestres por este tema».
La Municipalidad habilitó un número gratuito para denunciar la venta de pirotecnia (0800 888 0377), pero sólo recibe llamados de 7 a 14 horas. Al respecto, la titular decía: «Si la gente llama a la noche la línea le da ocupado o nadie atiende, entonces también hay que ver cómo arbitrar ese tema para poder denunciar. Si se han recibido llamados y se hicieron los controles correspondientes en los lugares donde vendían pirotecnia, pero no ha sido del todo efectivo».
Por último, Romagnali se refirió a cómo cuidar a los animales en esta época de fiestas. «Lo primero es que la gente ponga un número de teléfono y la dirección en el collar de los animales para poder identificarlos, porque si se pierden es más fácil el reencuentro con su familia. El animal cuando se desorienta corre como loco, entonces es importante que este identificado. Otra recomendación es tenerlos en una habitación donde ellos sientan lo menos posible los ruidos del exterior, con una música a un volumen moderado para estar bien contenidos y consultar a los veterinarios por si hace falta darles algunas gotitas para tranquilizarlos».
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