La Mesa por el Agua y el Ambiente de Alta Gracia (MAyA) y Fundeps advirtieron que las acciones de desmonte se realizaron en campos colindantes a Potrerillo de Larreta. Desde MAyA realizaron un pedido de informe a las autoridades correspondientes. En diálogo con Radio Tortuga 92.9, la especialista en ordenamiento urbano para la preservación de bosque nativo, Alicia Barchuk, advirtió que la cuenca del río Anisacate se encuentra en “grave riesgo”, y que se puede perder el funcionamiento correcto de la misma. Además, señaló que los años venideros serán más propensos a las crisis hídricas y las inundaciones.
El avance de desmonte en la zona de Potrerillo, alertó a los vecinos y vecinas que el pasado 15 de abril presentaron una nota ante el Municipio. La gravedad reside en que la “zona que debe ser protegida por las reglamentaciones vigentes debido a la existencia de bosque nativo”, según informaron desde MAyA y desde la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps), las organizaciones que firmaron el pedido de informe.
“Tal como ocurrió hace algunos meses, cuando descubrimos que se estaba extendiendo un acueducto para llevar agua cruda al mismo barrio privado, en esta oportunidad, vecinos advirtieron que ya se están abriendo caminos en la zona”, advirtieron.
Además, la organización dio a conocer un informe, elaborado por la doctora en administración y política pública, Alicia Barchuk, sobre la situación de la cuenca del arroyo Chicamtoltina. La profesional advirtió la compleja situación de los bosques nativos de Alta Gracia, asegurando que sólo queda un 22 por ciento de cobertura, cuando para asegurar el ciclo del agua y la vida del arroyo se necesita de un 40 por ciento.
En una entrevista para Radio Tortuga 92.9, la especialista mencionó que su informe se propone conocer las posibles causas por la cual “hay una tendencia a perderse el funcionamiento de la cuenca, y, en consecuencia, el aporte que ese caudal hace al arroyo”.
“Quise evaluar el estado de la cuenca, la cobertura, la cantidad de bosques, la magnitud del área que está urbanizada; y cómo esto está influenciando en la distribución de las pendientes, en relación a la posibilidad del escurrimiento, o red de drenaje, de la cuenca con salida hacia el río Anisacate”, explicó.
En su balance, Barchuk señala que el avance en el grado de urbanización “implica la pérdida de muchos los ambientes naturales y de cobertura del bosque nativo”. A su vez, manifestó que “la cuenca no tiene una estrategia de protección, por parte del manejo de ordenamiento ambiental, que permita que esta cuenca pueda funcionar”.
En palabras de la especialista: “Si no se hace algo vamos a perder el funcionamiento de la cuenca y vamos a tener graves consecuencias sobre el arroyo mismo. No puede avanzar más la urbanización, hay que recuperar el bosque nativo, mejorar la situación de los corredores naturales”.
Para Barchuk, el avance desmedido de la urbanización implica que “la cuenca tiene mayor tendencia a ser afectada por periodos de crisis hídricas, y mayores tendencias a las grandes inundaciones porque no tiene capacidad de retención”. Y advierte: “Estamos en una fase muy negativa en el área de sierras chicas”.
Ante esta situación, alertó que pasaremos etapas “muy difíciles” con respecto a la disponibilidad de agua si no existe un ordenamiento territorial promovido por la gestión estatal: “Hasta acá los ordenamientos territoriales que se han promovido en Sierras Chicas se han relacionado con incremento de urbanizacion, pavimentacion, creación de rutas, pero no se ha tenido en cuenta de que dependemos del agua para la vida”.
Por otra parte, subrayó que las comunidades organizadas propondrán un ordenamiento territorial, y anunció: “Estamos en un camino creciente de formar un Consejo Ambiental de la cuenca de Anisacate; el arroyo de Alta Gracia forma parte de la cuenca de anisacate, la idea es que nos sumemos todas las organizaciones ambientales para trabajar entre todos las problemáticas del agua”.