La poeta local Claudia Tejeda, en esta cuarentena , nos hace una invitación a sumergirnos en sus textos, una vez más el arte nos salva, eterna herramienta de resistencia, de amor y lucha.
Quién te apura, viajero
los ojos a través de las cortinas
agradecen los kilómetros de cable
la interferencia de los claveles del aire
las palomitas de la virgen
los insectos.
La calle es un peligro
pero el espejo es un camino de cornisa.
El vecino saluda sin máscara
por primera vez.
La música une las gargantas.
El esmog se ha vuelto inofensivo
porque el aire contaminado
es un encierro
que huele a desinfectante
pero también huele a pan hecho en casa.
Viajero, no hay dónde ir.
Estamos donde hay que estar.
