El subsecretario de Desarrollo Social de Alta Gracia, Lucas Quinteros, defendió la gestión de su área tras el pedido de informe presentado por la oposición en el Concejo Deliberante, relacionado con un lote de galletas almacenadas temporalmente en el depósito de Defensa Civil. En diálogo con Radio Tortuga 92.9, Quinteros lamentó tener que aclarar la situación y cuestionó el accionar de los concejales opositores.
«Es una lástima que tenga que salir a aclarar esto cuando venimos trabajando muchísimo en Desarrollo Social», expresó. Según explicó, las galletas, un total de 11 pallets equivalentes a 5.500 kilos, fueron donadas por la Iglesia Adventista, institución que las había recibido de la empresa Granix. El municipio asumió el costo del traslado desde Buenos Aires a Alta Gracia como parte de una colaboración habitual con la Iglesia en proyectos sociales. «Nos pareció lógico colaborar con ellos, y en reconocimiento, nos donaron una parte para distribuir entre instituciones, merenderos y clubes», detalló.
Respecto a las críticas sobre las condiciones de almacenamiento, Quinteros aseguró que los productos se encontraban en perfecto estado. «Tenemos la certificación de la empresa y de la donación. Las galletitas estaban perfectamente embaladas y en condiciones óptimas de consumo», afirmó. Además, aclaró que el depósito de Defensa Civil, donde se almacenaron temporalmente, estaba desinfectado y desratizado, cumpliendo con los estándares necesarios.
Falta de comunicación y cuestionamientos a la oposición
El subsecretario se mostró molesto por la falta de comunicación por parte de la oposición antes de presentar el pedido de informe. «Nunca recibí un llamado, ni tampoco el secretario Mariano Agazzi, para realizar preguntas o despejar dudas», sostuvo. Para Quinteros, este accionar refleja una intención de «confundir al vecino» en lugar de trabajar en conjunto para resolver problemas.
«Es demagógico el trabajo que hacen», expresó, señalando que durante su gestión de un año en Desarrollo Social no ha recibido visitas de concejales opositores interesados en los programas que desarrolla su área. «Lo único que hacen es atacar y confundir, en lugar de acercarse a colaborar. La gente necesita que dejemos de discutir y trabajemos juntos», enfatizó.
Un año de alta demanda social
Quinteros también se refirió al difícil contexto económico y social que atraviesa la ciudad y el país. «Ha sido un año durísimo. La necesidad aumenta día a día», comentó, mencionando que la entrega de módulos alimentarios se triplicó en comparación con el año anterior. «Todos los días atendemos a unas 180 personas en Desarrollo Social. Es gente que perdió su trabajo y está desesperada», explicó.
Pese al panorama sombrío, Quinteros aseguró que su equipo está preparado para enfrentar otro año de intensa labor. «Nos estamos preparando para trabajar igual o más que este año, porque vemos que la demanda no disminuye. Ojalá la situación mejore, pero lo veo complicado», concluyó.