Desde la secretaría de Salud Pública municipal se está trabajando en un proyecto para que Alta Gracia adhiera al programa provincial «Proteger», que tiene por objetivo reducir el consumo de sal y azúcar en la población para que disminuyan los índices de muerte por enfermedades crónicas no transmisibles.
Según explicó el secretario de Salud Pública Municipal, en los últimos años se han elevado los índices de muertes por enfermedades cardiovasculares, enfermedades crónicas no transmisibles, cuyo origen está dado por la ingesta indiscriminada de determinados productos. Se refiere a enfermedades como la hipertensión, la diabetes y la obesidad. «Son enfermedades que se van produciendo por un daño que se da en un organismo con los años, que se pueden prevenir con la modificación de algunos hábitos», señaló Cugno, quien adelantó que la adhesión a este programa provincial se está trabajando con ediles locales para que pueda ser incorporado formalmente cuando se retomen las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante.
«El año pasado estuvimos trabajando con seis panaderías que están homologadas por el Ministerio de Salud de la Provincia y que han disminuido la cantidad de sal en la preparación de sus productos», apuntó Cugno, quien se entusiasmó con seguir avanzando con el resto de los locales gastronómicos.
Cugno aclara que no se trata de un programa prohibitivo, sino de concientización. «No es comer sin sal ni sin azúcar, es reducir el consumo en exceso de estos productos», aclaró, al tiempo que disparó que estadísticamente en Argentina se consume el doble de sal de lo sugerido por la Organización Mundial de la Salud y que la reducción en un gramo del consumo podría prevenir unas dos mil muertes por este tipo de enfermedades.
Finalmente, precisó que «la idea es capacitar a quienes preparan los alimentos, no mostrar los saleros en la mesa, sí tener sal en sobre para poder cuantificar lo que se utiliza; que en las cartas haya una leyenda que diga que el exceso de sal es perjudicial para la salud». Finalmente, invitó a la reflexión sobre estos riesgos, ya que el exceso de la ingesta de estos productos «no genera una respuesta inmediata en nuestro organismo, no nos vamos a dar cuenta ni nos vamos a sentir mal ese mismo día; pero cuando tenemos esa conducta constante, podemos adquirir estas enfermedades cardiovasculares».